Los datos de la desigualdad salarial en España siguen siendo preocupantes, y, pese a que se espera que en los próximos años la equidad de género sea una realidad más asequible, aún es pronto para desechar la evidencia de que existe una brecha de género en el mercado laboral español. Según datos de la Encuesta de Población Activa para 2022 y el informe Panorama de Género de 2023, todavía estamos lejos de ofrecer una igualdad de oportunidades real. Aunque la progresión de las estadísticas arroja un avance esperanzador.

La brecha de género en el mercado laboral español

La participación laboral femenina ha alcanzado en los últimos meses un dato máximo histórico, con un total de 9.923.400 de mujeres ocupadas. Una cifra que nunca se había alcanzado. Sin embargo, a pesar de estos datos, la Encuesta de Población Activa (EPA) deja también claro que la diferencia entre los salarios brutos mensuales que cobran hombres y mujeres en nuestro país aún es amplia (15,7%). Esta diferencia en la cantidad que cobran las mujeres por un mismo trabajo hace que, aunque en los últimos cinco años se haya producido un descenso del 25%, aún siguen afectando a las profesionales.

Las jóvenes de entre 20 y 24 años han experimentado una reducción total de la brecha de género de 4,3 puntos porcentuales. Por otro lado, en las mujeres de entre 25 a 29 años se ha estrechado un 2,2%. Sin embargo, las mujeres adultas mayores de 55 años parecen ser olvidadas por las estadísticas.

Según los datos presentados en el informe Panorama de Género de 2023 realizado por las Naciones Unidas, las adultas mayores son “agentes fundamentales para alcanzar el desarrollo sostenible”. Además, subrayan que las problemáticas relacionadas con sus oportunidades y dificultades no “se han planteado por completo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”. Por otro lado, insisten en la omisión sistemática de la realidad de estas mujeres en los debates acerca de la igualdad de género.

Trabajadoras revisando los datos de la brecha de género en el mercado laboral

El futuro de las mujeres mayores de 55 años

Tal y como arroja el informe de las Naciones Unidas, las personas adultas mayores representan el 10% del total de la población mundial. De este total, el 55,7% de la población de 55 años o más son mujeres.

Las barreras laborales y la falta de igualdad de oportunidades a las que han tenido que enfrentarse las mujeres mayores arrojan una realidad preocupante. Las mujeres de entre 55 y 59 años cuentan con un 8% de probabilidades de vivir en pobreza extrema, un 1,1% más que los hombres.

Esta situación se ve influida por tres factores que favorecen la precariedad económica. Por un lado, las mujeres cuentan con tasas más altas de enviudamiento, así como de menos probabilidades de contraer matrimonio tras enviudar. Además, a esto se une una posibilidad mayor de vivir solas que los hombres.

Mujeres en todo el mundo llegan a la vejez con una estrechez económica fundamentada en las interrupciones de su carrera, el empleo a tiempo parcial, los ingresos más bajos y el mayor tiempo dedicado a los cuidados no remunerados en el hogar. A nivel global, la ONU subraya que “las mujeres gozan de acceso universal a una pensión en solo 56 de 116 países que poseen datos”.

La realidad de las mujeres mayores es un tema de especial atención dentro de las políticas enfocadas en combatir la brecha de género. Es por eso que uno de los objetivos que marca el informe es el de “Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. De esta manera, se pretende luchar contra la precariedad económica en la vejez, tratando de conseguir que las mujeres puedan alcanzar el empoderamiento económico y la igualdad salarial en todas partes del mundo y en todas las etapas de su vida.