La brecha de género en la transición energética protagoniza el estudio “El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España” de la Fundación Naturgy. Este pone el acento en la formación como una de las claves para revertir esta desigualdad. Pero también señala los datos alarmantes, la necesidad de políticas que promuevan la equidad laboral en las STEAM y la visibilidad de los referentes ocultados.

Transición energética falta de talento femenino

El estudio “El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España” de la Fundación Naturgy señala que esta requiere talento femenino. En colaboración con el Instituto para la Transición Justa (ITJ) han detectado una brecha de género destacada en este sector. Este cuenta con un 18,2% de mujeres en el año 2022, frente al 47% de empleo femenino del conjunto de la economía en el mismo año. También han señalado una segregación ocupacional, puesto que la mayoría de las mujeres de esta actividad trabajan en los puestos administrativos.

La formación de niñas en una alianza STEAM es urgente. Los datos son alarmantes. El porcentaje de matriculadas en Ingeniería del Automóvil ha bajado del 8,1% al 5,2% entre 2015 y 2021. Lo mismo ocurre en Ingeniería Ambiental (del 51% al 48,9%), Ingeniería de Energía (del 29,1% al 26,5%) e Ingeniería de Minas (del 25,5% al 23,8%). Y a pesar del aumento en FP, la infrarrepresentación de alumnas es severa.

Hace falta una implicación de las mujeres que ya son parte de la transición energética para que generen contenido audiovisual que cale en el imaginario colectivo. Su presencia en redes sociales es fundamental para motivar a la participación de las más jóvenes.

Mujer responsable de transición energética en la empresa

Medidas para revertir la situación

Desde recursos humanos son muchas las estrategias que pueden implementar para fomentar el liderazgo femenino en la transición energética. Algunas de ellas son:

  • Visibilización de mujeres que trabajen en el sector: la historia contada por el patriarcado ha ocultado a investigadoras, personal técnico y grandes científicas. Aunque ya hay muchas iniciativas en este sentido, aún queda mucho trabajo por hacer. «La evolución a lo largo de la última década es positiva, pero es todavía demasiado lenta. Al ritmo de avance registrado, la paridad de género en el empleo de la transición energética tardaría 265 años en alcanzarse», sostiene el informe.
  • Formación reglada y continua: la desigualdad en los estudios STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) queda patente puesto que solo el 11% representa a las mujeres tituladas frente al 36% de los hombres. Es clave reconocer el talento humano emprendedor femenino. El informe apunta a la necesidad de fomentar los procesos de recualificación de competencias con becas dirigidas a las mujeres.
  • Políticas activas en favor de la igualdad: la poca presencia de alumnas en las carreras relacionadas con el sector, se conecta con el tejido empresarial. Solo el 18% de empleos ligados a la transición energética están ocupados por ellas. Y para las que se animan, sin referentes ni experiencias de apoyo, el ambiente que encuentran es desalentador. «El propio clima de los centros de trabajo desemboca en algunos casos en comportamientos y comentarios machistas, que van desde la falta de reconocimiento de su capacidad técnica o de autoridad jerárquica hasta actitudes paternalistas y, en casos extremos, expresiones soeces», manifiesta el estudio.