En un despido se produce una situación difícil y desagradable, que se puede agravar si el trabajador considera que se trata de un despido injustificado que incumple los derechos laborales existentes. En ese caso, se podrá comenzar una impugnación del mismo, y un proceso de reclamación lento y complejo que analizamos en este artículo. Recibir asesoramiento legal y conocer los pasos a seguir para reclamar un despido es esencial para su correcta resolución.

Aspectos a tener en cuenta para reclamar un despido

Al notificar el despido a un trabajador, este puede venir derivado por causas objetivas o ser considerado por la empresa como un despido disciplinario. También puede ocasionarse un despido cuando el trabajador no supera el período de prueba establecido por la empresa.

Centrándonos en los dos primeros casos, el trabajador puede no estar de acuerdo con las causas que motivan el despido y, en ese caso, iniciar una reclamación laboral al respecto para que sea un juez quien decida si el despido es considerado procedente, improcedente o nulo.

Estos serían los pasos a seguir si un trabajador quiere recurrir un despido:

  • Mostrar por escrito la no conformidad: al recibir una carta de comunicación, el trabajador puede firmarla añadiendo su “no conformidad”. También puede, directamente, negarse a firmar dicha comunicación, que deberá ir acompañada del finiquito y la indemnización.
  • Atender a los plazos de impugnación: el plazo para impugnar un despido es de 20 días hábiles, incluso si el despido se ha comunicado verbalmente. De hecho, un despido verbal suele considerarse siempre improcedente en una resolución judicial, al no existir comunicación por escrito.
  • Acudir a un Arbitraje Laboral: para buscar un proceso de conciliación. Estos servicios son gratuitos y realizan una mediación entre las partes con el objetivo de alcanzar un acuerdo amistoso.
  • Plantear una demanda judicial: si no hay acuerdo, el trabajador debe presentar una demanda laboral ante el juzgado de lo social. Será un juez quien, el último término, dirima la resolución del conflicto atendiendo a las leyes vigentes.

Mujer investigando cómo reclamar un despido

La importancia de la conciliación y el arbitraje laboral

La defensa legal en el trabajo puede llevarse a cabo de muchas formas. Es bien conocido el dicho que señala la conveniencia de un mal acuerdo antes que un buen juicio.

La realidad así lo demuestra, puesto que el proceso de demanda judicial y de reclamación de indemnización suele ser, no sólo desagradable y lleno de momentos complicados, sino también bastante costoso a nivel económico.

Por ello, es recomendable acudir a estos servicios territoriales de Arbitraje, Mediación y Conciliación, para encontrar un acuerdo que evite la demanda judicial. Un acuerdo que satisfaga a las dos partes y con el que se pueda dar por finalizado un proceso de estas características.

No obstante, siempre es recomendable contar con un abogado que se encargue de asesorar al trabajador sobre la queja laboral y las reclamaciones legales que se solicitan. Pero es importante que dicho jurista busque en todo momento esta posibilidad del acuerdo.

En el ámbito laboral, el proceso se resuelve a través de un acto de conciliación, que es obligatorio para las partes, y al que acuden una vez solicitado por parte del trabajador despedido.

En el acto existe la figura del letrado conciliador, cuya función es la de dar fe en un documento escrito del resultado obtenido. En la mayoría de las ocasiones, la empresa y el trabajador dirimen sus diferencias antes de la celebración de dicho acto, y acuden al mismo para formalizar por escrito el acuerdo alcanzado.