A pesar de que la situación puede ser difícil de probar por parte de la empresa, debes saber que te pueden despedir por bajo rendimiento en tu trabajo. Está recogido en el Estatuto de los Trabajadores y, por tanto, para que se lleve a cabo de forma legal, deben darse una serie de requisitos. En este artículo hablamos de las situaciones que ponen en marcha un proceso de despido de estas características.

En qué situaciones te pueden despedir por bajo rendimiento

Como señalábamos anteriormente, el Estatuto de los Trabajadores recoge en su artículo 54 la posibilidad de acometer este tipo de despido por parte de las empresas. Para que se produzca, la norma indica que debe existir un rendimiento laboral inferior al que se considera normal o al pactado previamente entre la empresa y el trabajador.

Además, esta disminución debe prolongarse en el tiempo y llevarse a cabo de forma consciente y voluntaria. En estos casos, si es posible probar la situación de bajo rendimiento, perderías no solo el trabajo sino cualquier derecho a indemnización.

Queda claro, por tanto, que la situación de despido en estos casos no puede originarse de forma brusca e inmediata por parte de la empresa, pues debe estar apoyada en una serie de evidencias claras producidas en un periodo determinado de tiempo y que, ante un juez, pueda ser necesario de probar, ya que podría considerarse improcedente o incluso nulo.

Directivas discutiendo las causas que provocan despedir por bajo rendimiento

En este sentido, desde los departamentos de gestión de recursos humanos pueden utilizar diferentes herramientas para confirmar dicho bajo rendimiento. Una de ellas es la evaluación de desempeño. Esta analiza y determina el nivel de rendimiento laboral que tienes como trabajador, así como las propuestas de mejora que pueden ponerse en marcha. Una evaluación de desempeño negativa a lo largo de un determinado período de tiempo, puede significar bajo rendimiento y, por lo tanto, provocar el despido.

Además, debes saber que existen algunas conductas en el trabajo que pueden considerarse como graves. Provocarán un despido de estas características de forma inmediata, sin necesidad de tener en cuenta el factor tiempo. Podríamos destacar las siguientes:

  • Faltas de asistencia repetitivas e injustificadas
  • Indisciplina continuada
  • Estados de embriaguez o toxicomanía en el puesto de trabajo
  • Situaciones de acoso o abusos de poder o de otra índole

Los condicionantes exigibles para un despido por bajo rendimiento

Como indicábamos anteriormente, que la empresa pueda probar que un trabajador está por debajo del rendimiento esperado o pactado en su contrato y que, por lo tanto, el despido realizado se ajusta a derecho, no siempre es sencillo.

Existe jurisprudencia al respecto e indica que, además de dicho incumplimiento laboral, la empresa también debe demostrar claramente los perjuicios que esa conducta ha provocado en la compañía, en sus objetivos y su estrategia de mercado o ante la competencia. Por último, también será necesario demostrar que esta situación se prolonga más allá de los 4 o 6 meses, y que no obedece a una situación puntual o coyuntural.

Por tanto, si en algún momento te encuentras ante un conflicto laboral de este tipo, debes saber cuáles son las características del mismo. Las condiciones legales que dan viabilidad al despido por bajo rendimiento, y analizar sobre esta base tu situación particular al respecto.