Tras mucho pensarlo, te decides a dejar tu trabajo. O quizá te acaban de ofrecer un proyecto interesante con el que crecerás laboralmente. Tus niveles de estrés están poniendo en riesgo tu salud y has decidido tomarte un tiempo sabático. O bien has decidido cuidar de tu hijo a tiempo completo. Irse de un trabajo no tiene por qué conllevar un despido o acarrear problemas, sino que puede tratarse de una decisión personal. En estos casos, lo mejor es escribir una carta de renuncia voluntaria, también conocida como carta de dimisión.
Qué es y para qué sirve carta de renuncia voluntaria
Una carta de renuncia voluntaria es un documento con el que una persona presenta su renuncia formal a su puesto o empleo. El término “voluntaria” implica que la decisión es personal y que no tiene que ver con algún contexto o presión externa, por lo que no tiene cabida ningún tipo de responsabilidad legal.
En toda relación laboral, ambas partes tienen derecho a finalizarla cuando lo consideren conveniente. Cuando la decisión la toma el trabajador, este puede hacerlo a través de este escrito que presentará a su jefe o al departamento de recursos humanos, aunque es recomendable comunicar la decisión previamente a la entrega de la carta de dimisión. En el caso de empleados o funcionarios públicos, estos deberán atenerse a los procedimientos internos vigentes.
A la hora de renunciar y salir de la empresa, es importante respetar el plazo de preaviso. Dicho plazo está fijado en el contrato de trabajo o el convenio colectivo aplicable, aunque, si no hay nada establecido al respecto, se suele entender que 15 días antes es un plazo razonable. Si no se respeta el plazo de preaviso establecido, pese a que la baja del trabajador se llevará a cabo igualmente, es posible que la empresa le exija una indemnización de daños y perjuicios (por ejemplo, un descuento en la liquidación de los días no preavisados).
Por lo tanto, la carta de renuncia voluntaria, aunque no es obligatoria, es una manera formal y “amable” de terminar la relación laboral con tu empresa. La presentación de este documento también te permitirá una gestión más afable de tu liquidación, en la que se incluyen las vacaciones no disfrutadas.
Cómo se hace una carta de renuncia voluntaria
Si te decides a escribir una carta de renuncia voluntaria, es recomendable que sea breve, clara y precisa. Lo importante es declarar que la decisión para renunciar es voluntaria. Ve al grano y no te detengas en detalles sin importancia, elogios personales (si deseas hacerlo, escribe una carta a dichas personas) ni quejas. Tampoco se trata de un escrito demasiado personal, sino que debe reflejar una actitud positiva. Y cuando la presentes, no te olvides de guardar una copia para ti y de asegurarte que el responsable firme ambas copias.
La carta ha de estar redactada con un lenguaje formal y dirigida a la autoridad competente. También tiene que incluir el lugar y la fecha pertinentes.
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