El cuidado de la salud mental se ha convertido en un elemento esencial tanto en el ámbito laboral como en el personal. Con el objetivo de evitar la exposición a ambientes negativos de sus trabajadores, muchas empresas invierten en políticas contra el acoso y medidas para mejorar el autocuidado y la salud mental de sus plantillas. No obstante, las relaciones tóxicas en el trabajo siguen siendo una realidad que puede experimentarse tanto a nivel esporádico como continuado. Poder reconocer las conductas tóxicas y las alarmas más comunes es imprescindible para tomar decisiones informadas y cuidar de tu salud mental. ¿Quieres saber cómo hacerlo? Entonces, ¡no te pierdas el artículo de hoy!
Cómo identificar las relaciones tóxicas en el trabajo
En el contexto empresarial, es común encontrarse compañeros que son cooperativos. Con los que compartir logros y con los que, incluso, se puede llegar a trabar una amistad más allá de las puertas de entrada de la empresa. De igual forma, encontrarse de repente en una relación dañina, basada en la envidia o la antipatía personal, desgraciadamente, puede ser igual de común.
Este tipo de relaciones hacen que asistir a la oficina y tratar con esa persona en cuestión se haga cuesta arriba. Y pueden aportar un estrés extra al día a día que, en la mayoría de los casos, acabará pasando factura a largo plazo.
Poder reconocer las señales de toxicidad en el entorno laboral con suficiente antelación puede ser el único seguro de actuación con el que cuentes para evitar llegar a mayores. Por eso, vigilar los siguientes comportamientos será clave para manejar relaciones tóxicas laborales:
- Crítica a otras personas: en la mayoría de los casos, si acudes a un nuevo puesto de trabajo y no paras de escuchar cómo la persona que lo ocupó antes que tú era un inútil, enciende todas tus alarmas. Realizar críticas dañinas a personas que no están presentes para defenderse es una señal inequívoca de toxicidad.
- Minusvaloración de logros: esta desacreditación personal, que consiste en ignorar o minimizar una actuación positiva en el ámbito laboral, suele responder a la envidia y no conviene ignorarla.
- Falta o exceso de tareas: esta señal de alarma viene dada en sentido descendente y puede llegar a propiciar un sentimiento de estrés e impotencia. Alimentado, además, por la vulnerabilidad añadida de su aplicación por un superior.
- Burlas y “bromas”: escudarse en el “es una broma” cuando un compañero se toma a mal el comentario de otro señala la irresponsabilidad emocional del emisor. Además, puede acarrear muchos problemas en las relaciones interpersonales.
Medidas para evitar relaciones laborales tóxicas
Para saber cómo evitar relaciones tóxicas en el trabajo es fundamental estudiar primero la posible carga mental a la que estos comportamientos sometan a la persona afectada. Los consejos en este sentido no siempre pueden basarse en la asertividad y el autocontrol de la persona receptora de la toxicidad.
Situarse en un contexto en el que nada te afecte, en muchas ocasiones, es un imposible. Es por eso que debes ser realista a la hora de enfrentarse a la situación, y analizar hasta qué punto te condiciona este ambiente tóxico.
Por supuesto, al iniciarse este comportamiento, es imprescindible que se lo comuniques a la persona en cuestión. Mantén una actitud asertiva y abierta a críticas pero firme. Es decir que, aunque haya sido un comportamiento inconsciente o irresponsable por su parte, debes dejar claro que no toleras ese tipo de actitudes de forma concisa y clara, sin temor a marcar tus límites.
No obstante, si una vez comunicadas tus inquietudes los comportamientos dañinos vuelven a repetirse de forma continuada, es conveniente que te plantees con qué políticas contra el acoso cuenta tu empresa y de qué manera puedes actuar para detener esta situación de raíz. Ya sea a través de una queja formal, una renuncia o una denuncia por acoso laboral.
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