Por desgracia, puede que en algún momento de tu carrera profesional hayas sufrido o te hayas topado con una situación de acoso laboral. Aunque muchas empresas cuentan con protocolos anti-acoso, es posible que no se pongan en marcha a tiempo o que los afectados no sepan cómo actuar ante un escenario similar. Tanto si te ocurre a ti como a otra persona, frenar la situación de mobbing en el trabajo es de vital importancia. Hoy queremos contarte las opciones que tienes si alguna vez te enfrentas a una situación similar.
¿Cómo reconocer el mobbing en el trabajo?
Tal y como establece la Organización Internacional del Trabajo (OIT), todas las personas tienen derecho a «un mundo laboral libre de violencia o acoso». El mobbing, como cualquier otra forma de acoso, cuenta con factores comunes que pueden ayudarte a reconocer las señales de alerta. Normalmente, este tipo de hostigamiento en el trabajo no comienza de un día para otro, sino que va escalando progresivamente hasta volverse insostenible para la víctima.
Aunque cada caso puede contar con factores distintos, es importante que sepas darte cuenta de qué comportamientos son inadmisibles, y suponen un grave riesgo físico y psicológico para la persona afectada:
Rumores
El acosador puede inventarse bulos para menoscabar la impresión de los demás acerca de la víctima y tratar de dañar su reputación.
Críticas
Es común que la persona que lleva a cabo el bullying laboral opine del trabajo del acosado sin ninguna intención constructiva, sino con el objetivo de atacar su confianza y ridiculizarlo frente a los demás.
Aislamiento
El acosador puede intentar apartar a la persona del resto de empleados, tanto excluyéndolo de las reuniones, como burlándose de la víctima o separando físicamente su espacio de trabajo del resto de empleados.
Humillaciones
Ya sea asignándole tareas que no tienen que ver con sus competencias, como acusarlo de errores sin fundamento o mofarse de cualquier aspecto laboral, físico o psicológico de la víctima. Aunque esta señal parece la más evidente, hay que tener especial cuidado con ella si se camufla como una simple “broma”.
Presiones
La sobrecarga de trabajo sin justificación es otra señal de alerta a la que prestar mucha atención. Sobre todo si se dirige a una persona en particular.
Amenazas
En ocasiones, directamente se puede amenazar a la víctima con despidos o sanciones. Sobre todo cuando la situación de mobbing en el trabajo se focaliza en el bossing; es decir, que se da en orden jerárquico descendente.
En los casos más graves, estas amenazas se pueden convertir en intimidaciones verbales o, incluso, en agresiones físicas.
¿Con qué opciones cuentas para detener el mobbing en el trabajo?
Si has reconocido situaciones de ambiente tóxico en el trabajo o, directamente, comportamientos asociados al mobbing, busca apoyo en tu círculo personal y reúne todas las pruebas que puedas. Asimismo, es conveniente que busques orientación en los protocolos antiacoso (de existir) y que informes de la situación a la dirección.
De querer tomar medidas legales, puedes acudir a la Jurisdicción Social o bien a la Inspección de trabajo e interponer una denuncia contra el acosador o acosadores, o contra la propia empresa, de considerar que no ha actuado de forma debida contra el caso de acoso.
Por supuesto, contar con ayuda psicológica será de gran importancia. Acudir a un profesional ayudará a poder enfrentarse a la situación vivida y comenzar a procesarla, así como a aprender a establecer límites en el futuro.
Tanto si tú eres la víctima del acoso como si lo es otro compañero, actúa lo antes posible de enfrentarte a esta situación. Es indispensable que la víctima no se sienta sola en estos escenarios, por lo que si observas comportamientos dañinos, no temas hacérselo saber al acosador y acudir inmediatamente al departamento de recursos humanos, así como a la dirección.
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