Es el momento de hacer balance y definir nuestras metas profesionales para 2023. Algunos buscaremos cambiar definitivamente de trabajo y otros ese merecido ascenso que tanto deseamos. Será el momento incluso de emprender, de enfrentarse a una oposición o de iniciar una formación que mejore nuestra cualificación. Sea lo que sea, te ofrecemos algunos propósitos que puedes hacer tuyos de cara al próximo año.
Estableciendo nuestras metas profesionales para 2023 con sentido común
A la hora de definir qué objetivos profesionales queremos alcanzar el próximo año, debemos ser ambiciosos, pero también coherentes y realistas. La meta es mejorar y seguir avanzando, pero lo importante es hacerlo con sentido común.
Para ello, no deberíamos perder de vista estos importantes aspectos:
- El balance de lo conseguido: reflexionar sobre lo que hemos conseguido y lo que no, sobre lo que queremos mantener o cambiar debe ser el primer paso antes de establecer nuevos propósitos.
- Nuestra situación personal: es una variable que nos ayudará a regular correctamente la ambición de nuestros objetivos. Tener hijos pequeños, haber realizado grandes inversiones económicas, una enfermedad o no haber tenido tiempo para conciliar son ejemplos de situaciones personales que podrían influir decisivamente.
- Nuestra posición en el mercado o la empresa: analizar el momento laboral en el que estamos nos ayudará para saber si tenemos más recorrido en nuestra empresa o si, por el contrario, queremos cambiar. Igualmente, si nos sentimos infravalorados como profesionales o estamos en situación de desempleo nos ayudará para establecer el punto de partida hacia nuevos objetivos.
- La coyuntura económica: la situación de la economía es un elemento que no podemos obviar. Una crisis más o menos global o una situación de expansión y bonanza significarán una oportunidad o una amenaza para nuestros propósitos laborales, y deberíamos calibrarlos al respecto antes de marcarnos un objetivo.
Algunos objetivos profesionales que todos deberíamos tener
Una vez que hemos tenido en cuenta estos aspectos, podemos establecer con mayor criterio nuestras metas profesionales para el siguiente año. Independientemente de los objetivos personales de cada persona, podríamos decir que existen una serie de propósitos universales para tener siempre presentes.
5 de estos propósitos son los siguientes:
#1 – Seguir aprendiendo
Continuar nuestra formación profesional es capital. El mercado y las empresas exigen profesionales actualizados, que sepan responder a las nuevas y continuas demandas. Sin formación, pronto estaremos en desventaja.
#2 – Mejorar la red de contactos
Ampliar nuestra capacidad de networking es imprescindible para fabricar oportunidades de crecimiento laboral. Actualicemos nuestras redes sociales, acudamos a eventos profesionales dentro y fuera de la empresa, y formemos parte de las comunidades sociales más interesantes en nuestro sector.
#3 – Proponer nuevos retos: salir poco a poco de nuestra zona de confort
Probar y medir nuestro potencial o arriesgar con nuevas tareas o cometidos, es siempre necesario. Nos ayuda a mejorar laboralmente y aumenta nuestra motivación y nuestra autoestima.
#4 – Más y mejor organización
Intentar ser más eficientes en el trabajo permite aumentar nuestra productividad y mejorar nuestro estado mental, físico y emocional en el día a día. Gestionar el tiempo es una de las claves de éxito en el mundo laboral de hoy en día.
#5 – Mayor aceptación y resiliencia
Ser conscientes de nuestras limitaciones, de nuestros errores y nuestros aciertos nos permite seguir avanzando. Actuemos siempre con honestidad y compromiso para afrontar los retos del día a día y adaptarnos a cualquier situación que se nos plantee.
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