Como decían creo que en El Señor de los Anillos, los consejos son un regalo muy peligroso, incluso del sabio al sabio, porque todos los rumbos pueden terminar mal. Así y todo me voy a aventurar hoy a dar una serie de consejos para becarios. Y me he animado a hacerlo por tres razones. Uno, soy profesor en la universidad y a menudo los alumnos me han preguntado. Dos, yo mismo acabo de coger a un par de becarios para la empresa y de esta forma sabrán qué espero de ellos; por escrito. Y tres, yo también he sido becario y sé lo que es meter la pata.

Más allá de las típicas recomendaciones sobre no llegar tarde, ir vestido adecuadamente, ser organizado, no dejar nunca un trabajo a medias y por supuesto ser responsable, creo que estos otros consejos pueden ser también de utilidad. Tienen más que ver con la actitud con la que se deben afrontar unas prácticas profesionales.

1. Tranquilo. No le des más importancia de la que tiene al primer día. Nada de lo que hagas o digas ese día va a ser definitivo seguramente en tu carrera profesional. Así que tómatelo con calma. Sobre todo ese primer día debes saber escuchar. Pero tampoco te agobies si no retienes todos los nombres o toda la información a la primera. Tendrás tiempo. A partir del segundo día. Y por supuesto no tengas prisa por comerte el mundo. Esa actitud está muy bien pero la beca o la pasantía es una carrera de fondo, no un sprint.

2. Ten en cuenta que se te va a valorar más por tu actitud que por tus conocimientos. Por tanto, pregunta, demuestra interés, sé proactivo y no te creas que eres mejor que los demás.

3. Nadie nace aprendido así que antes de meter la pata es mejor que preguntes. Eso no significa que no tomes decisiones por tu cuenta. No puedes ser tampoco molesto y esperar que los demás te resuelvan la vida. En caso de duda, primero recurre a Google; luego a un amigo de confianza; después, a los compañeros de trabajo; y por último directamente al jefe.

4. Demuestra interés en todo lo que hagas. Por insignificante que te parezca. Y por supuesto nunca pongas mala cara. Es evidente que si eres el becario no vas a tener los trabajos más creativos ni agradecidos del mundo, pero eso no significa que no seas muy necesario. De hecho la empresa seguramente te necesita porque no puede permitir que otros trabajadores dediquen su tiempo a esas tareas. Lo que no quiere decir que esa situación deba ser eterna. Aprende cuando debes dejar unas prácticas. Pero eso te lo contamos más abajo.

5. No te preguntes qué puede por hacer por ti la empresa, pregúntate qué puedes hacer tú por la empresa. Mira a ver qué necesidades tiene. Y sé tú la solución. Si consigues ser imprescindible para algo, por pequeño que sea, siempre tendrás más posibilidades de que te pidan que te quedes.

6. Ten iniciativa y trabaja en equipo. Ni la dirección de las (buenas) empresas ni el resto de trabajadores quieren a nadie que genere malos rollos en el trabajo. Observa (o pregunta) exactamente qué trabajos se hacen. Mira a ver quién va más líado y puede necesitar ayuda. Y ofrécete después para ayudarles.

7. Nunca critiques el trabajo de los otros ni pienses que tú lo sabes hacerlo todo. Sé humilde. A estas alturas de la película, tú aún no eres mejor que los demás. Así que no creas que sabes más que nadie. Seguramente tú lo harías de otra forma. E incluso puede que mejor. Pero posiblemente no sepas las circunstancias en las que se hizo ese trabajo y la responsabilidad de cada uno. Pudo tener que hacerse así por exigencias del cliente, por problemas de tiempo, por falta de infraestructuras o equipos.

8. Tu primer trabajo seguramente no vaya a ser el único trabajo de tu vida. No le cojas demasiado cariño.

9. Aprende cuándo debes dejar unas prácticas. Si ya no estás aprendiendo nada nuevo desde hace un tiempo (sean conocimientos técnicos o bien cómo llevar a cabo un proyecto o manejar un equipo de trabajo), ni te pagan lo suficiente, ni te sirve para hacer más currículum, ni te permite tener nuevos contactos… Es el momento de dejarlo.

10. Alguien me dio a mi este consejo que no se me ha olvidado aunque no recuerde al emisor: huye como la peste de los malos jefes. Tu salud lo agradecerá. Y añado: no te dejes avasallar porque tu dignidad vale más que cualquier trabajo.

Por último, y a modo de extra, si finalmente por cualquier circunstancia no te puedes quedar en la empresa actualiza tu currículum inmediatamente, pide una carta de recomendación al jefe y mantén el contacto con los compañeros.