Iniciamos la última parte del año haciendo un repaso de los principales cambios laborales vividos en 2022, un año cargado de novedades. La evolución del empleo ha estado marcada por la entrada en vigor del Decreto-Ley de medidas urgentes para la reforma laboral. Pero también por las consecuencias económicas de la invasión de Ucrania y de la subida de los precios de la energía. Se trata de un escenario complejo, que surge justo en el momento en que la economía comenzaba a retomar la normalidad tras el impasse de la pandemia.
Los cambios laborales que trae la nueva Reforma Laboral
Aunque vigente desde el 31 de diciembre de 2021, el gobierno pausó la Reforma Laboral y se dieron tres meses a las empresas para adaptarse a la nueva legislación. Cumplido el plazo, el 30 de marzo entraba en vigor. El principal objetivo que se busca con su implantación es reducir la elevada tasa de temporalidad de nuestro mercado laboral. Con la nueva legislación, el contrato temporal debe estar justificado.
Para ello, desaparece el anterior contrato por obra y servicio y se establecen dos tipos de contratos temporales: por circunstancias de la producción y por sustitución de persona trabajadora.
La Ley limita los contratos temporales
El Decreto-Ley recoge otras medidas que van en la misma dirección. Su objetivo priorizar la estabilidad en el empleo, a través del fomento del contrato indefinido:
- Se establece también la igualdad de derechos laborales para los contratos indefinidos y los temporales. Estos últimos serán los preferentes en los planes de formación.
- El encadenamiento de contratos temporales antes de ser considerado indefinido se reduce a 18 meses en un plazo de 24 meses, con el objetivo de fomentar la contratación indefinida del trabajador.
- Para los sectores económicos que empleaban más la contratación temporal por necesidades, tales como actividades de temporada, se establece el contrato fijo-discontinuo.
El TJUE insta a España a reducir la temporalidad
La reforma laboral debe ser entendida en el marco de las exigencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que ha presionado a España para acabar con el abuso de la temporalidad, tanto en el empleo privado como en el público.
En ese sentido, el Parlamento Europeo aprobó la Directiva relativa a unas condiciones laborales transparentes y previsibles. Con ella se pretende que los estados miembros de la UE tiendan a la convergencia en material laboral y fomentar el empleo de calidad.
El 7 de julio entraba en vigor el Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud, que había sido publicada el 16 de diciembre. La norma contenía novedades para los profesionales sanitarios que encadenaban varios contratos temporales. A partir de entonces, el periodo máximo establecido era de tres años.
En la misma dirección iban la reforma de la Ley de Extranjería, que entraba en vigor el 16 de agosto, con la que se proporcionaban facilidades a las personas migrantes para su incorporación al mercado de trabajo.
La formación de los trabajadores, prioritaria
Con la nueva ley, se ha pretendido dar impulso al trabajo autónomo y la formación de los trabajadores, mejorando su empleabilidad a través de los cursos de capacitación.
La norma incluye también medidas de atención a la diversidad para diversos en situación de exclusión y vulnerabilidad.
Crecen los empleos en España
Tras el impacto laboral producido por la pandemia, durante 2022 se ha consolidado el crecimiento del empleo y las afiliaciones a la Seguridad Social. En junio se publicó la mayor oferta de empleo público, con 44.787 plazas convocadas.
Los sectores líderes en la creación de empleo han sido la Construcción y la Hostelería, siendo Madrid, Cataluña y Andalucía las CCAA más dinámicas. Estas cifras están permitiendo que la economía de nuestro país vuelva a las cifras previas a la crisis de 2008.
La guerra de Ucrania y el precio de la energía
La Guerra de Ucrania, que comenzó en febrero, ha provocado el crecimiento de la inflación y el encarecimiento del precio de la energía en toda Europa. Este escenario de conflicto ha frenado necesariamente la tendencia de crecimiento del empleo, aunque desciende la tasa de temporalidad y los datos de la EPA permiten concluir que la tendencia continúa siendo positiva.