¿Te imaginas volver a tu antigua empresa, esa que abandonaste un día por tu propio pie? No lo descartes tan rápido, hay varias razones por las que se puede dar esta situación y en este artículo te hablamos de ellas. Si lo de volver es ya un hecho, hemos añadido unos consejos para que tu regreso sea lo más tranquilo, suave y agradable posible.
Volver al mismo sitio es una experiencia por la que han pasan muchos trabajadores en su trayectoria profesional. En principio, no tendría por qué ser una situación tensa; sin embargo, si en un momento dado rompiste de manera unilateral la relación, dependiendo de la causa y de cómo lo hicieras, puede quedar todavía resentimiento por la otra parte. ¿Qué puede llevarte a plantear tu regreso?
Motivos por los que puede que un día quieras regresar a tu antigua empresa
Una de las causas puede tener el origen en una excedencia. En estos casos, hay normativa que regula la vuelta. Ahora bien, se te puede haber pasado la fecha de reincorporación y se haya producido entonces la ruptura formal de la relación laboral que acordaste con la compañía. Este descuido puede ser imperdonable; sin embargo, si decides aplazar la vuelta de una manera programada, conviene que te expreses y lo comuniques con antelación. La empresa no tendrá la obligación de readmitirte, pero quizá les des una alegría si les dices que pueden contar contigo de nuevo en un plazo determinado. Y verán en tu aviso un detalle de consideración.
Otro motivo es que te hayas equivocado, marcharte de tu antigua empresa no ha resultado ser todo lo positivo que prometía y estabas mucho mejor antes. A veces, solo se aprecia lo que se tiene cuando se pierde. En tales casos la reincorporación resulta más difícil, el “me voy porque he encontrado algo mejor” no suele caer bien. Reduce la confianza que la compañía había puesto en ti y ahora toca restaurarla.
El último motivo que vamos a comentar es si te cambiaste porque te propusieron una mejora de condiciones y ahora tu antigua empresa te ha tentado para que vuelvas con una contraoferta que realmente merece la pena. Ya te hemos hablado sobre qué hacer en caso de que recibas una cotraoferta. Aceptarla no suele ser una buena opción. Sin embargo, imagina que has considerado que tu caso es una excepción y has decidido volver. En el siguiente punto, te orientamos sobre cómo preparar el camino para un reincorporación feliz.
Qué puedes hacer para volver a caer bien si regresas a tu antiguo puesto
La reincorporación a tu antigua empresa se va a producir a dos niveles: el laboral y el personal. Restablecer una normalidad tanto en las relaciones laborales como en las personales va a depender de varios factores, pero uno de los más determinantes es el tipo de empresa. Hay compañías en las que no se ve demasiado bien que empleados que antes pertenecían a sus filas regresen ahora al equipo.
Te darás cuenta de en que la empresa para la que tú trabajabas son reacios a readmitir a antiguos trabajadores si no conoces apenas casos en los que haya sucedido. En esta difícil situación conviene hacer pequeños gestos o acercamientos primero. Puedes empezar por contactar con personas con las que te llevaras especialmente bien, es muy posible que hablen de ti al día siguiente. En otro momento, comunícales que quieres pasarte a verlos y saludarlos. Trata de que la persona en la que recae la decisión de readmitirte se entere de que estás pensando proponerles en firme la vuelta. Finalmente, establece una comunicación directa con esta persona y exponle tu propuesta. Si sigues estos pasos y consigues que te readmitan habrás allanado el camino también para restablecer las relaciones personales, no solo las laborales.
Ahora bien, si en la compañía no están mal vistas las readmisiones, todo va a resultarte mucho más fácil y natural. No tendrás la necesidad de poner en práctica un complicado cortejo y podrás manifestar abiertamente que simplemente tienes ganas de volver a trabajar con ellos. Siempre habrá personas que te reciban más con los brazos abiertos y otras que menos, pero al final el tiempo pasa y la situación se terminará por normalizar.
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