El mundo del cerebro humano y su funcionamiento es, todavía hoy, un terreno lleno de incógnitas. Por ello, trabajar en Neurociencia está de moda. Porque muchas de las respuestas a los interrogantes más trascendentales relacionados con nuestro comportamiento se resolverán desde esta disciplina científica. Participar de ello debe ser, por tanto, apasionante. Si te interesa, te contamos qué puedes estudiar y con qué salidas profesionales puedes contar en este campo de estudio.

Nuevas investigaciones para mejorar el mundo

La neurociencia es un campo de la investigación científica que se centra no sólo en el estudio del origen, evolución y funcionamiento de nuestro cerebro, sino de todo el sistema nervioso.

El 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro. En las últimas décadas, han aparecido increíbles y decisivas revelaciones en torno al cerebro humano que están permitiendo tomar decisiones trascendentales en diferentes ámbitos, muchos de ellos alejados de la ciencia. Dada su relación con la biología, la medicina, la psicología o la física, la neurociencia es eminentemente multidisciplinar, lo que enriquece todavía más sus investigaciones y sus hallazgos.

Se ha descubierto, por ejemplo, la existencia de una proteína cerebral que podría ser trascendental para el tratamiento del Alzheimer. Por otro lado, estudios norteamericanos han demostrado la estrecha relación existente entre el cerebro y el sistema linfático. Esto influirá en el tratamiento de enfermedades autoinmunes o de trastornos neurológicos. A su vez, el neuromarketing aplica los hallazgos en torno a nuestro cerebro y nuestras emociones en beneficio de las estrategias comerciales de las empresas.

 

Trabajar en Neurociencia: el cerebro como punto de partida

El neurocientífico proviene de muy distintas disciplinas. Su formación universitaria está relacionada con las ciencias anteriormente enumeradas. Médicos, Psiquiatras, Biólogos… Posteriormente, existen estudios de Postgrado en Neurociencia para iniciar la especialización en este fabuloso campo.

También suelen disfrutar de becas o participar en proyectos en las universidades, los hospitales o en importantes centros de investigación a nivel mundial. En algunas ocasiones, estos profesionales también provienen del mundo de la empresa o la educación.

Algunas de las áreas con más oportunidades de empleo para un neurocientífico, podrían ser las siguientes:

  • La Neuroeducación: centrada en el aprendizaje y en la estrecha relación que se ha demostrado que existe entre nuestras emociones, la memoria, el conocimiento y las conductas que tenemos en la edad adulta. La neurolingüística es otra disciplina derivada de este ámbito, también muy en boga en la actualidad y centrada en la relación entre el lenguaje y el cerebro.
  • La Neurocirugía: una de las especialidades médicas más atrayentes y espectaculares, y donde más investigación e innovación se puede aplicar. Se ocupa de la investigación y el tratamiento de las lesiones cerebrales o los trastornos de la médula espinal, entre otros.
  • La Psicobiología: una disciplina de la psicología y la psiquiatría también en auge que se centra en analizar el origen y la evolución de determinados trastornos psíquicos con el cerebro como punto de partida.
  • La Inteligencia Artificial: un campo en ebullición en la actualidad y que, lleno aún de contradicciones y zonas oscuras, también aporta soluciones a multitud de situaciones cotidianas. La ingeniería y la robótica serían otros ejemplos en este ámbito.

Como podemos ver, la neurociencia cognitiva es la especialidad sobre la que más esperanzas tiene puesta la comunidad científica y el resto de la sociedad. Descubrir el origen de enfermedades hasta ahora incurables, aplicar los hallazgos y los resultados de las investigaciones a técnicas, terapias, tratamientos o metodologías innovadoras en educación o medicina servirán para mejorar la calidad de vida de las generaciones del futuro.