Ya sabes que para alcanzar la fase de la entrevista, tu CV debe contener más información que la de tu experiencial profesional y conocimientos. Las competencias en una entrevista de trabajo también se evalúan y marcarán la diferencia entre candidatos. Porque son clave para saber hasta qué punto encajas dentro de la organización. Sigue leyendo para aprender todo lo que necesitas saber sobre este tipo de procesos de selección.

Cómo demostrar tus competencias en una entrevista de trabajo

La mayor parte de los procesos de selección están dirigidos a analizar y completar el currículum del candidato. Ya sabes que en este documento debes incluir tus competencias con estrategias, como por ejemplo la taxonomía de Bloom. Por eso, y porque en el tiempo de una entrevista no es fácil evaluar los conocimientos de una persona, existe la tendencia a evaluar las competencias en una entrevista de trabajo.

Este tipo de entrevistas se basan en la premisa de que las experiencias pasadas explican los comportamientos presentes. Bien porque estos comportamientos se repiten o bien porque se cometió un error y se ha modificado la conducta. Su objetivo es conocer hasta qué punto el candidato se ajusta al perfil solicitado y se adapta a la forma de trabajar de la empresa.

En general, las competencias más buscadas en los procesos de selección son la adaptabilidad, la de organización y gestión, la capacidad de resolución de conflictos, el liderazgo y el saber trabajar en equipo.

Cómo demostrar tus competencias en una entrevista de trabajo

Consejos para triunfar en la entrevista

Para hacer brillar tus competencias en una entrevista de trabajo tienes que conocer la dinámica de este tipo de procesos.

Lo primero que debes saber es qué tipo de preguntas pueden hacerte. Las más habituales son las de tipo abierto centradas en una situación pasada o imaginaria. Como «describe una situación en la que…», «pon un ejemplo de…» o «¿qué harías si…?». Este tipo de preguntas no solo pretenden conocer tu forma de actuar, también están orientadas a analizar la capacidad de organización del pensamiento y la de resolución de conflictos. En estos casos, elabora un esquema mental de la situación para ser ordenado. Si te equivocaste en el pasado, incide en lo que aprendiste y en cómo has puesto en práctica esa nueva forma de actuar.

En algunos casos las preguntas que te hagan pueden pillarte desprevenido. Es una estrategia pensada para romper el ritmo y poner al candidato en una situación inesperada. Mantén el control, no te precipites y piensa la respuesta. Tu evaluación no será mejor por lo rápido que contestes, sino por lo que contestes. Si tienes dudas sobre lo que quiere saber exactamente el reclutador, no te quedes con ellas. Resuélvelas con frases como «¿a qué te refieres exactamente con…?» o «no estoy seguro de haberte entendido bien, ¿podrías reformular tu pregunta, por favor?».

En algunos casos las entrevistas pueden ser grupales. El objetivo de ellas es monitorizar las competencias relacionadas con las actividades en grupo. Aquí deberás mostrar tu capacidad de escucha y de organización, poniendo en claro las ideas de todos y creando un ambiente seguro para expresar opiniones. De este modo harás evidente tu habilidad de gestión de equipos.