Alternar un trabajo presencial con otro desde casa. Uno de lunes a viernes y otro los fines de semana o uno más estable con otro esporádico es el modo de ganarse la vida que tiene el 1,45 % de las personas que trabajan (286.000) en nuestro país. Son quienes tienen pluriempleo, es decir, que trabajan por cuenta ajena para dos empresas dentro del mismo régimen de contratación.
Curiosamente, se trata de uno de los datos más bajos de la UE. Quienes estudian este fenómeno alegan que hay mucho de esta modalidad de empleo que está sumergido, que se cobra en negro.
Los motivos por los que alguien decide asumir un segundo empleo van desde la necesidad de completar ingresos, porque con el empleo principal no alcanza para pagar todas las facturas, hasta aquellos profesionales con una alta cualificación y muy bien remunerados que ofrecen sus servicios en varias empresas (en España y en la media de los países de la UE las personas pluriempleadas, dentro del empleo legal, tienen en mayor medida altos niveles de estudios)
¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de tener dos o más empleos, es decir, estar pluriempleado?
Efectos sobre la vida personal
Tener dos trabajos tiene como consecuencia directa que el agotamiento llegue antes al cabo de la semana. Aunque, como todo, esto depende de las actividades que se desempeñe. Si en los dos empleos la carga de trabajo es fuerte o conlleva mucho desgaste físico o psicológico el cansancio se presenta antes que si se tiene un solo empleo y unas horas para hacer otras actividades y descansar.
Pero también ocurre que un segundo empleo puede ser más motivador que el otro. En ese caso, el tiempo que se dedica cuenta más como energizante que como factor de desgaste.
La mayoría de las personas que están pluriempleadas son mujeres que no tienen hijos, casi el doble que las que los tienen. Las razones están, probablemente, en que las mujeres con hijos ya asumen una doble jornada en mayor medida debido a las labores de crianza y cuidados.
¿Es obligatorio hacer la declaración de la renta con dos empleos?
Si se compaginan dos contratos es imprescindible calcular la retención del IRPF que se hace sobre la nómina para no llevarse una desagradable sorpresa cuando se obtenga el resultado de la declaración al año siguiente. El IRPF tributa por el total de ingresos de la persona al cabo de un año. Es decir, las empresas calculan el IRPF en función de las expectativas de retribución anual del trabajador. No tienen en cuenta la existencia de otro empleo, por lo que aplican el descuento dependiendo exclusivamente solo de lo que prevé que pagará a su empleado.
Por lo tanto, siempre retendrán menos de lo que corresponde a una persona pluriempleada. Algo imprescindible que tener en cuenta es que la declaración de la renta es obligatoria al tener dos contratos de trabajo (excepto si el segundo no supera la cantidad de 1.500 euros al año).
En el lado de las ventajas, puede decirse que las bases de cotización de un trabajador pluriempleado se incrementan por lo que, de cara a las futuras prestaciones (por desempleo o por jubilación), éstas serán más cuantiosas. No obstante, hay un límite máximo en las cotizaciones dependiendo de la categoría profesional y de los ingresos.
Consecuencias sobre el aspecto laboral
Trabajar en dos lugares ofrece la oportunidad de ampliar la experiencia laboral y enriquecerla. Con la ventaja de que las habilidades en ambos puestos pueden compartirse. También se incrementa la red de contactos y claramente, es una excelente oportunidad para explorar las posibilidades de reubicación en otro sector.
Como inconveniente podríamos señalar que el desgaste de fuerzas y motivación que puede llevarse uno de los empleos puede afectar al correcto desempeño del otro y que la productividad se vea mermada.
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