Antiguamente, si tu madre se licenció en Derecho lo hizo con las mismas asignaturas por año con las que se licenciaron sus profesores y tú habrías cursado el mismo currículo si hubieras seguido sus pasos: Mercantil, Procesal, Civil, Penal, los mismos apuntes amarillándose generación tras generación. Pero llegaron los “nuevos planes de estudios” y la cosa empezó a hacerse más híbrida.  Asignaturas de libre elección, diferentes itinerarios o especializaciones a partir de cuarto, los cursos-puente… Y ya más recientemente los dobles grados, los grados simultáneos y lo último en llegar: el grado abierto, pensado para los que todavía no lo tienen claro y les ha llegado el momento de decidir qué carrera estudiar.

¿Qué es un grado abierto?

Un grado abierto permite estudiar durante los dos primeros años o un máximo de 120 créditos (los cursos suelen constar de 60 créditos) asignaturas de otros grados para tener la oportunidad de probar algunas materias clave y hacerse una idea más fundamentada que ayude a elegir en el caso de que se dude entre una carrera u otra.

La elección de las asignaturas es más o menos limitada dependiendo del centro. La propuesta de la Universidad Pompeu Fabra, por ejemplo, abre más el abanico en cuanto a la variedad de asignaturas que pueden cursarse. Pueden escogerse las que se quieran (siempre que no se supere el 70% de asignaturas que pertenezcan a una misma especialidad) de entre dos o tres grados de los que participan en esta modalidad abierta.

En la Universidad Carlos III la elección está limitada por áreas de conocimiento. Ofrecen dos itinerarios, el de Ciencias Sociales y Humanidades y el de Ingeniería. En el grado abierto de Ingeniería las limitaciones son mayores porque, según explican desde la propia universidad, las ingenierías son profesiones reguladas que exigen haber cursado obligatoriamente determinadas asignaturas.

El único grado abierto que ofrece la Universidad Autónoma de Barcelona, el de Lenguas y Literatura, da la posibilidad de probar en el primer curso entre diferentes estudios filológicos.

Y al final la hora de elegir llega

Una vez superadas las asignaturas de los dos primeros cursos, 90 créditos por lo general, se puede acceder al grado de destino, el que otorgará la titulación definitiva. Se convalidarán aquellas asignaturas que se hayan cursado durante el grado abierto y que sean relevantes para el grado de destino.

Con las asignaturas que no correspondan al área de conocimiento del grado de destino se expedirá un diploma de formación complementaria multidisciplinar si al menos se han cursado 36 de estos créditos o más. En todo caso, podrá ser una titulación que estará muy ajustada a tus intereses tanto personales como profesionales.

Sin embargo, para no perderse y que finalmente la titulación no resulte competitiva por ser demasiado variada, todos los centros cuentan con el apoyo de tutores que te guiarán en la elección de las asignaturas.

Puesto que de momento se ofertan pocas plazas para este tipo de estudios, entre 20 y 30 por curso, la nota de acceso es exigente, un 11, 47 sobre 14 en la Pompeu Fabra. Para que la tentación de querer seguir probando asignaturas no provoque que la graduación se haga mucho esperar, se exige un tiempo máximo para finalizar los dos primeros cursos que suele ser entre dos y tres años.

Internacionalizarse y frenar la tasa de abandono

Los motivos que manifiestan las universidades para probar esta modalidad son:

  • Por un lado, tratar de disminuir la tasa de abandono o el cambio de estudios con la consiguiente pérdida de tiempo que acarrea al alumno.
  • Por otro, la internacionalización de las universidades es una de las asignaturas pendientes de la educación superior en España. Las universidades creen que esta oferta donde se amplían las posibilidades de elección y que es más parecida a los sistemas universitarios más prestigiosos atraerá a más estudiantes internacionales.

Apostar por la innovación en la elección de la formación

La Universidad Pompeu Fabra ha sido la pionera en España en implantar la titulación de grado abierto. Desde el curso 2015-2016 oferta este modelo de estudios universitarios entre sus titulaciones. Esta fórmula a la carta es la habitual en el sistema universitario en EEUU, pero también lo han adoptado otras universidades europeas, tanto de Alemania como en el Reino Unido.

Desde este curso 2016-2017 la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Carlos III de Madrid también ofrecen grados abiertos para distintas especialidades.