Abrir un negocio en China tiene su atractivo si estás pensando en contratar a más trabajadores de los que se pueden contar con los dedos de una mano, si tienes ánimo para superar la burocracia por la que vas a tener que pasar y si cuentas con un capital inicial. El gigante asiático es un buen lugar para desarrollar nuevas ideas, sobre todo si buscas fabricar un producto. Encontrar allí personal no tiene por qué resultar un desafío y puedes llegar con los deberes hechos si decides publicar tus ofertas de empleo desde aquí.

La barrera del idioma

Si vas a hacer negocios en cualquier país, conviene no solo que aprendas su idioma, sino su idiosincrasia, que te sumerjas en su forma de mirar el mundo. Esto te ayudará a llevar el control con un mínimo de fiabilidad y no sentirte desamparado si no vas de la mano de tu traductor local. Cuantos menos interlocutores introduzcas en tu negocio, mayor capacidad de maniobrar obtendrás y mejor control sobre tus intereses.

En Hong Kong es más fácil

En China hay zonas donde es más sencillo para un extranjero montar una empresa y zonas donde resulta mucho más complicado. Según la guía Doing Bussiness in China, editada por el Banco Mundial, las zonas noreste y este del país son las que ponen las cosas más fáciles. Ciudades como Pekín, Shangai, Macau o, por supuesto, Hong Kong, es donde más se simplifican los trámites y donde mejor se encuentran los recursos.

Hong Kong es la favorita para los que quieren probar suerte. Es rápido, sencillo y barato. Además, mantiene un sistema judicial mucho más cercano al inglés que al chino. Aunque para arreglar los papeles iniciales sí tienes que desplazarte, para mantener tu compañía no es preciso que vivas allí, solo tienes que designar a un administrador.

Montar una empresa en China

Modalidades de empresa que puedes montar

Si lo que estás planeando es abrir una empresa en la China continental, estas son las principales opciones:

  • Oficina de representación. Esta modalidad no requerirá un capital inicial, pero solo te permite actuar como intermediario y no podrás recibir pagos de tus clientes en China. Es útil si lo que necesitas es una representación de tu empresa allí, un departamento de ventas, por ejemplo.
  • Empresa completamente extranjera, es decir, una wholly foreign owned enterprise o WFOE. Tendrás que aportar un capital inicial elevado que podrás pagar a plazos, pero el primero tendrás que hacerlo en los tres meses siguientes a que te den la licencia. Esta forma de constituirse es la que se suele emplear si el producto es tecnológico y se quiere preservar la propiedad intelectual, pues no tienes que contar con socios allí.
  • Join venture. Esta es la opción para montar una empresa con socios locales. Ten en cuenta que está sujeta a la aprobación del Gobierno chino. Las ventajas son múltiples, se aprovechan la red de contactos de los socios chinos, su infraestructura y sus canales de venta, por ejemplo.

Si quieres llevar adelante el tema, hay agencias que te ayudan con los primeros pasos, pues la burocracia y el idioma son dos obstáculos difíciles de sortear. Ahora bien, todo lo que puedas empollar antes de invertir tu capital, te dará mayor capacidad de dirigir tus intereses sin perderte. Esta información te resultará útil: