Lean Startup es una metodología consolidada que resurge en estos tiempos COVID como herramienta útil a la veloz adaptación al cambio que se exige. España es un entorno que facilita la creación de tu propia empresa o proyecto. Sin embargo, hay unos pasos básicos que no puedes saltarte si no quieres echar el cierre el primer año. El famoso modelo Canvas y diseñar con Lean Startup son los primeros escalones.

Actualización del Lean Startup

Esta herramienta lleva funcionando los suficientes años para que la mayoría de vosotros la conozcáis. Fue Toyota quien en los años cuarenta del siglo XX empezó a hablar del Lean Manufacturing. Utilizar esta metodología tiene sus ventajas y desventajas. Pero, ya ves, han sido estos meses de pandemia los que han filtrado los procesos que aportaban valor y, sobre todo, los que no.

Sin embargo, precisamente por la rapidez con que cambian los procesos de venta y consumo, ya sea de productos o de servicios, el Lean Startup sigue siendo útil. En épocas de bonanza económica había mayor margen de inversión y el riesgo que se podía asumir era mayor. Ahora bien, cuando te lanzas a levantar tu proyecto, la realidad es que cuentas con pocos recursos, así que hay que acertar y corregir rápido lo que no obtenga beneficio directo.

Vale la pena recordar las claves del método Lean Startup y qué necesitas para alcanzar el éxito: construir un MVP (producto mínimo viable), medir (probar en el mercado) y aprender gracias a las métricas. Un clásico “ensayo y error” heredado del ámbito de las ciencias exactas.

Fracasa pronto, fracasa barato

¿Cómo aplicar el método Lean Startup en tu iniciativa?

Un buen análisis de la situación y de tu propuesta siempre es necesario. Para ello puedes generar, tras el debate y reflexión, los siguientes documentos o herramientas:

  • Business Model Canvas: ya sabes, analiza tus socios, actividades y recursos clave, pero sobre todo, segmenta tu mercado atendiendo a clientes, relaciones con ellos y canales de comunicación. Finalmente diseña tu propuesta de valor.
  • Desarrollo de clientes: además de los potenciales, piensa en cómo vas a validarlos y redireccionar tu misión inicial para adecuar tu proyecto a las demandas.
  • Tres mapas imprenscindibles:
    • Mapa de empatía: piensa en tu target o mercado objetivo y reflexiona sobre sus necesidades, sus miedos, pensamientos o gustos.
    • Mapa de experiencia de clientes: aquí marca los hitos del trayecto de tus clientes al comprar tus productos o servicios.
    • Mapa de grupos de interés (stackholders): además de los clientes directos es fundamental organizar aquellas iniciativas y colectivos con los que puedas establecer sinergias y fortalezcan tu propuesta.

Fracasa pronto, fracasa barato

Con la filosofía de Lean Startup, se abandonan las batallas perdidas para concentrarse en las que se puedan ganar. En esta decisión cuenta también con no perder la pasión, es decir, los cambios tienen que ser coherentes siempre con tu camino.

Ahora bien, piensa que aunque existiera ese producto o ese servicio que imaginas, perfecto para ti, que te apasiona, vendible y coherente con las demandas del mercado actual, nadie puede asegurarte que en un año, ni siquiera en meses, siga siendo vigente. Solo hay que echar un vistazo a las fluctuaciones desde la declaración de la pandemia en marzo de 2020 para ver que lo que necesita un emprendedor hoy día es flexibilidad y adaptación a las nuevas realidades en continuo cambio.

Y para eso debes estar presente y muy atento a las redes sociales. Salvo en contadas excepciones, las rápidas respuestas de los posibles consumidores desde estas aplicaciones son esenciales para lanzamientos de productos o servicios y campañas de marketing efectivas.