Empezar un nuevo trabajo puede ser emocionante, pero también puede generar mucha ansiedad. Es común sentir dudas, inseguridad o pensar que no mereces estar ahí. A esto se le conoce como síndrome del impostor. Si te ha pasado, no estás solo. Muchas personas lo experimentan, incluso quienes parecen tener todo bajo control. La buena noticia es que se puede superar. Aquí te damos algunas claves para enfrentarlo, especialmente en un nuevo empleo.
👉 ¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor es esa sensación de que no eres lo suficientemente bueno, de que en cualquier momento tus compañeros o jefes descubrirán que «no sabes tanto» como aparentas. Aunque hayas conseguido el empleo por mérito propio, tu mente te hace creer que fue suerte, que engañaste a todos o que no estás preparado.
Lo primero que necesitas saber es que este tipo de pensamientos son muy comunes, sobre todo al comenzar un nuevo trabajo. Estás en un entorno desconocido, con nuevas tareas, personas y expectativas. Es natural sentirse un poco inseguro al principio. Saber que no eres el único que se siente así ya es un alivio.
Incluso personas con años de experiencia pueden dudar de sí mismas al asumir nuevos retos. Así que no te castigues por sentirte así. No significa que seas débil o incompetente. Solo eres humano.
🎤 Habla con alguien de confianza
Una de las formas más efectivas de combatir el síndrome del impostor es hablar con alguien de confianza. Puede ser un amigo, un colega, un mentor o incluso tu jefe, si tienes una buena relación con él o ella.
Compartir tus dudas y escuchar otras experiencias te ayudará a darte cuenta de que tus pensamientos no reflejan la realidad. Además, hablarlo reduce la carga emocional. A veces, solo necesitamos que alguien nos diga: “Eso también me pasó a mí y logré superarlo”.
Pide también comentarios a tus supervisores o compañeros. A veces creemos que lo estamos haciendo mal, pero la realidad es otra. Escuchar que vas por buen camino de parte de otros te ayuda a alinear tu percepción con la realidad. Confía en quienes te dieron el trabajo: si te eligieron, es porque vieron tu potencial. Ellos no buscan perfección, sino alguien que aprenda, crezca y aporte valor.
🎉 Celebra tus pequeños logros
Haz una lista con tus logros, habilidades y fortalezas. Incluye todo: desde los estudios que completaste, hasta los desafíos que has superado en empleos anteriores.
Cuando empieces a dudar de ti mismo, repasa esa lista. Es una forma concreta de recordarte que estás en ese puesto por una razón: porque tienes lo necesario para hacerlo bien. No fue suerte. Fue esfuerzo, preparación y mérito.
No tienes que esperar a lograr algo grande para sentirte orgulloso. ¿Terminaste una tarea complicada? ¿Tuviste una buena reunión? ¿Alguien valoró tu trabajo? Eso también cuenta. Celebrar los pequeños pasos te ayuda a construir confianza. A medida que sumas logros, por pequeños que parezcan, tu mente irá cambiando esa narrativa de “no soy suficiente” por una más realista y positiva.
También puedes guardar correos de agradecimiento o buenos comentarios que hayas recibido. Tener evidencia positiva te ayuda a combatir la voz crítica interna.
😥 Cambia tu diálogo interno
El síndrome del impostor se alimenta de pensamientos negativos como:
- “No sé qué estoy haciendo”
- “Seguro piensan que soy un fraude”
- “No estoy preparado para esto”
La clave está en reconocer esos pensamientos y reemplazarlos por otros más realistas y amables, como:
- “Estoy aprendiendo, y eso está bien”
- “No tengo que saberlo todo desde el primer día”
- “Tengo habilidades que me trajeron hasta aquí”
No se trata de fingir que todo está bien, sino de hablarte a ti mismo con la misma comprensión que tendrías con un amigo.
😍 Acepta que no necesitas ser perfecto
Nadie espera que seas perfecto, especialmente al comenzar. Pedir ayuda, hacer preguntas o cometer errores no te hace incompetente. Al contrario, demuestra que estás comprometido con aprender y mejorar.
La mayoría de las empresas valoran la actitud y la disposición mucho más que la perfección. Así que date permiso para equivocarte, para aprender, para crecer con el tiempo.
👥 Rodéate de personas que te apoyen
Tener una red de apoyo hace una gran diferencia. Busca personas dentro y fuera del trabajo con quienes puedas hablar, compartir tus avances y recibir retroalimentación constructiva.
También puedes buscar comunidades o grupos online donde se hable de estos temas. Saber que otros pasan por lo mismo crea un sentido de pertenencia y normaliza lo que estás sintiendo.
Superar el síndrome del impostor no es algo que sucede de un día para otro, pero sí es posible. ¡Confía en tu proceso, reconoce tu valor y no te rindas! 😉
Empleos que te pueden interesar
Entradas relacionadas
¡Encuentra formación a tu medida!
Sigue a Infoempleo