La sensación de fracaso en la búsqueda de empleo puede llegar a ser muy frustrante. El miedo al fracaso es una de las patologías de las sociedades contemporáneas. Para no sucumbir en el proceso sigue estos consejos: rebaja el nivel de autoexigencia, ponte metas diarias y realistas, tómatelo como un aprendizaje y, si la situación te supera, pide ayuda. Las consecuencias pueden derivar en ansiedad, ataques de pánico o bloqueos cognitivos.

Sentir la sensación de fracaso en la búsqueda de empleo

Cuando te sobrevenga la sensación de fracaso en la búsqueda de empleo no debes desanimarte. De hecho, la lógica del éxito y el fracaso no te beneficia en una carrera de largo recorrido como en la búsqueda activa de trabajo.

Que sientas miedo al fracaso es habitual. La sociedad actual se basa en el premio y el castigo, así que la atiquifobia o miedo extremo e irracional al fracaso es muy frecuente. La clave para no sucumbir a este temor es mantener una actitud positiva y resiliente.

Desde la psicología se han estudiado dos respuestas típicas ante este miedo:

  • Evitación: huir de todas las situaciones ligadas a este contexto.
  • Sobrecompensación: dedicar mucho más esfuerzo del que puedes sostener aunque suponga sacrificar otros aspectos de tu vida. Esta opción suelen tomarla las personas con alto nivel de autoexigencia. En este caso es contraproducente, pues puede suponer sobrepasar tus propios límites.

Las consecuencias más corrientes de este miedo al fracaso son el malestar contigo mismo, baja autoestima, ansiedad y llegar a sufrir ataques de pánico. En este estado de estrés puede que te encuentres con momentos en los que te quedas en blanco. Son bloqueos cognitivos, es decir, mecanismos de autodefensa del propio sistema nervioso para no entrar en crisis graves.

Trabajador que quiere cambiar de trabajo y no sufrir un fracaso en la búsqueda de empleo

Consejos para superar el miedo al fracaso

La búsqueda activa de empleo es un proceso largo que puede llevar semanas o incluso meses. Siendo así, el primer consejo es que te lo tomes con calma, en la medida de las posibilidades. Lógicamente, tendrás más urgencia si de ello depende tu economía, es decir, que no se trata de un cambio a mejor en tu carrera profesional. Pero también en este contexto más sensible es fundamental que tengas paciencia y organización para no desesperarte.

Sigue estas recomendaciones y pronto tendrás un nuevo empleo:

  • Aprendizaje: toda experiencia en la vida, por muy negativa que sea, puedes interpretarla como un aprendizaje. En lugar de culparte o sentirte herido, pregúntate qué deberías mejorar la próxima vez. ¿Qué deberías repetir y qué cambiar?
  • Lista de tareas: elabora un plan con pequeños objetivos para cada día. Celebra cada logro aunque no se convierta en un puesto efectivo. Siempre serán futuros contactos, aprendizajes y experiencia.
  • Propósito: revisa cuál es tu deseo y actualiza lo necesario sin perder tu horizonte.
  • Reinterpreta: el miedo al fracaso está ligado a una valoración errónea de la realidad. Así que analiza objetivamente la situación despejando de la ecuación las inseguridades.
  • Presente: la ansiedad está asociada también a un deseo de control sobre el futuro. No puedes ser adivino. Concéntrate en las acciones presentes porque hay muchas variables que pueden condicionar lo que venga próximamente.
  • Ayuda: no estás solo, así que rodéate de las personas que te apoyan. El tejido social es clave en la búsqueda de empleo. Y si ves que la situación te supera, pide ayuda profesional. La salud mental es muy importante y en tu mano está cuidarla.