El Gobierno ha aprobado esta semana el anteproyecto de Ley que propone reducir la jornada laboral máxima de 40 a 37,5 horas semanales, sin reducción de salario. Se espera que el texto definitivo esté aprobado para después del verano y que entre en vigor el 1 de enero de 2026. Pero, ¿Cómo afectará esta medida a quienes buscan empleo o ya están trabajando? Te lo explicamos.
¿Qué es lo que propone el Gobierno?
La propuesta busca reducir progresivamente la jornada laboral máxima hasta alcanzar las 37,5 horas semanales. Se trata de un cambio que pretende mejorar la conciliación laboral y la calidad de vida de los trabajadores sin afectar sus ingresos. Desde el año 1983 esta jornada se ha mantenido en 40 horas.
Esta medida, fruto del acuerdo alcanzado en diciembre con los sindicatos CC OO y UGT, busca modernizar el mercado laboral español y mejorar la calidad de vida de los trabajadores. En palabras de la Vicepresidenta Segunda y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que califica este avance de histórico: «La reducción de la jornada contribuirá a aumentar la productividad, disminuir el absentismo laboral y promover una distribución más equitativa de los beneficios empresariales».
Otro de los objetivos que se persigue es incluir un mayor control de las horas trabajadas, a través de un registro horario más estricto y accesible de forma remota para la Inspección de Trabajo. Así como reforzar el derecho a la desconexión digital, para evitar que los empleados reciban llamadas o mensajes fuera de su horario laboral.
¿A quién afectará esta reducción de la jornada laboral semanal?
Se estima que esta medida beneficiará a unos 12 millones de trabajadores (10,5 millones de trabajadores a tiempo completo y 2 millones de trabajadores a tiempo parcial).
Más de la mitad de los profesionales que se verán favorecidos por esta reducción de la jornada laboral, se concentran en cuatro sectores: comercio (2,4 millones), industria manufacturera (2 millones), hostelería (1,4 millones) y construcción (1 millón). Aunque también afectará de forma importante a las personas que desempeñan actividades administrativas (852 mil profesionales), científicas y técnicas (729 mil), sanitarias (692 mil), de transporte y logística (672 mil), de comunicación e información (626 mil) o de educación (239 mil), entre otras.
En promedio, la reducción de la jornada laboral será del 2,11%, lo que equivale a 48 minutos por semana. Dependerá de lo que quede acordado en cada convenio colectivo.
¿Cuándo entrará en vigor?
Todavía hace falta superar algunos obstáculos para que esta medida se haga realmente efectiva en las empresas. El anteproyecto debe sometido ahora a informes institucionales y posteriormente ser debatido en el Congreso de los Diputados, donde podría sufrir modificaciones antes de su aprobación definitiva. Partidos como Junts han expresado reservas, y la patronal CEOE ha mostrado su oposición, argumentando que la reducción de la jornada debería ser fruto de la negociación colectiva y no de una imposición legal.
Una vez aprobado por el Parlamento, la ley se publicará en el Boletín Oficial del Estado. La idea es que esté lista para septiembre de 2025. A partir de ese momento, las empresas dispondrán de un plazo para ajustar sus convenios colectivos y prácticas internas a la nueva normativa, y la norma entraría plenamente en vigor el 01/01/2026.
En ese tiempo, también está previsto que se implemente un nuevo sistema de registro horario digital y remoto, que permita a la Inspección de Trabajo monitorizar en tiempo real las horas trabajadas, con sanciones de hasta 10.000 euros por trabajador para las empresas que incumplan la normativa.
Además, la ley contemplará el «derecho irrenunciable» de los trabajadores a la desconexión digital fuera de su horario laboral, prohibiendo que se les requiera atender comunicaciones laborales fuera de su jornada.
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