Como muchos pequeños negocios, emprendedores o iniciativas, puede que te hayas visto obligado a digitalizar tu negocio para mantenerte en el mercado. Con la pandemia esta tendencia se ha acelerado. Estos son los pasos más habituales y generales que suelen darse para llevarla a cabo: analizar el mercado, los clientes, apostar por la web o delegar en colaboradores freelance. Una transformación digital eficaz implica un cambio profundo en la cultura corporativa.
Cómo digitalizar tu negocio con éxito
La digitalización de las empresas es una cuestión de supervivencia en la actualidad. Las técnicas usadas en los modelos de negocio presenciales no son competitivas en la mayoría de los sectores. Por ejemplo, el alcance de una tienda de camisetas de barrio es mucho menor que si cuenta con su ecommerce. Y si eres una pyme o un trabajador autónomo cada cliente es imprescindible. Para convertir este proceso en una oportunidad de crecimiento y aumento de la calidad en los proyectos, sigue estos consejos:
- Estudia el perfil del cliente: si el target es ajeno a las tecnologías o estas suponen una barrera en sus procesos de compra, apuesta por digitalizar solo algunos aspectos, como la comunicación.
- Mejora la web: este es el eterno mantra del autónomo, pues no llega con todas las tareas diarias a optimizar la página web. Sin embargo, piensa que los contenidos en las redes sociales son efímeros y propiedad del proveedor. Diseña tu propia web y define tu marca, y nunca perderás esos contenidos a menos que dejes de pagar el servidor.
- Facilita el servicio con diversos métodos de pago que sean accesibles.
- Cuida el branding en redes
- Espacio físico: valora si es necesario realmente. Es un gran coste para una apuesta personal o una compañía con pocos empleados y según el sector hoy día ya no es necesario.
- Delega en colaboradores freelance: es habitual que haya tareas que no impliquen la contratación de plantilla, sino que puedas ir facturando a diseñadores, redactores o community manager.
Claves de la transformación digital
Sin embargo, una verdadera resiliencia digital implica un giro copernicano en la cultura corporativa. Pon la tecnología en el centro, es decir, al servicio de la estrategia. Como eficaces soluciones informáticas estas tienen que responder a las siguientes preguntas:
- ¿Qué necesidades cubres de los clientes?
- ¿Qué productos o servicios vendes? Es frecuente que quieras obtener resultados sin tener muy claro cuál es tu propuesta en particular. Es decir, los rasgos que marcan la diferencia en el mercado y que vuelve competitivo al servicio o al producto.
- ¿Cuál es el estado de los procesos? Algunos estarán en marcha, otros esbozados y otros a término.
- ¿Qué ámbito digital tiene mayor ROI? El retorno o rendimiento de los invertido es clave. Un error típico es abrir cuentas en todas las redes sociales, por ejemplo, para publicar sin una agenda clara de contenidos ni distinguir unos de otros, aunque cambie el usuario de las mismas.
Si se puede decir que la pandemia ha tenido algo bueno es superar la idea nociva del miedo al fracaso. La incertidumbre ha generado las condiciones de posibilidad para arriesgar con cambios digitales significativos que antes eran impensables. Para lograr que esta digitalización alcance el crecimiento y la mejora de la compañía es fundamental comunicar y formar a la plantilla. Finalmente, son las personas las que generan los cambios.
