Bien sea porque has decidido encontrar un trabajo para poder darte algún capricho o porque necesites costear tus estudios, cada vez más estudiantes se ven en la situación de trabajar y estudiar al mismo tiempo. Estar al tanto de las tareas y los exámenes al tiempo que cumples con un horario laboral no es una tarea sencilla. Es por eso que hoy queremos ofrecerte los mejores consejos para que puedas conseguir alcanzar una conciliación laboral y educativa lo menos estresante posible. ¿Te interesa? Pues no pierdas detalle de lo que te contamos a continuación.
La gestión del tiempo es imprescindible
Si cuentas con un trabajo a tiempo parcial, quizá te sea más fácil organizarte. Pero, si por el contrario, estás a jornada completa, las habilidades de organización serán fundamentales para no acabar sin un solo respiro durante la semana.
Para empezar, realiza un calendario estudiantil y rellena las horas que dedicas al trabajo y a las tareas básicas que llevas a cabo cada día (transporte, hacer la comida, poner una lavadora, etc.). Es importante que cuentes con una representación lo más realista posible de cuántas horas podrás dedicarte a tus estudios.
Realiza una planificación eficiente de tu tiempo de estudio
A partir de este calendario, organiza las asignaturas en periodos breves durante tu día a día. Recuerda que es mucho más efectivo disponer de dos horas de estudio diario, por ejemplo, que dedicarle siete durante el fin de semana.
Además, llevar un control diario de las tareas que debes realizar en tu formación te ayudará a no encontrarte con sorpresas desagradables, como que se te pase la fecha de entrega o que no llegues a tiempo a un examen.
No abarques más de lo que necesites
Si un día en particular sientes que te apetece seguir estudiando o que necesitas invertir más tiempo en una asignatura, hazlo, pero no dejes que se vuelva una costumbre. A veces tendemos a sobrecargarnos por culpa del estrés y a pensar que debemos ir más adelantados.
No permitas que la ansiedad controle tu rutina y confía en la planificación que has creado.
De poder elegir, los estudios en línea serán tus aliados
Ahorrarte los desplazamientos y el tiempo que debes invertir físicamente en un centro de estudios te quitará un gran peso de encima. Las escuelas o universidades que ofrecen cursos en línea te serán de gran ayuda. Sobre todo aquellas que cuentan con clases pregrabadas y recursos textuales disponibles cuando los necesites.
Asimismo, si estás cursando una carrera universitaria, trata de encontrar la justa medida en la matriculación de los créditos. Es decir, no te matricules en cinco o más créditos por cuatrimestre con tal de terminar antes si vas a poner en juego tu salud mental.
Recuerda que la formación es una carrera de fondo y no debes sentirte menos eficaz por tomarte el tiempo que necesites para completar tus estudios.
Reserva tiempo para ti
Este ritmo de vida puede pasarte factura. Por eso es importante que en tu planificación semanal reserves tiempo para actividades que no tengan que ver con los estudios, el trabajo o las tareas del hogar.
Trata de contar todos los días con un lapso (pequeño o grande) en el que puedas hacer lo que te guste y darte tiempo para tomar un respiro.
La decisión de estudiar y trabajar al mismo tiempo puede ser abrumadora y necesitar de un tiempo prudencial de adaptación. No intentes apresurarte y encuentra el equilibrio entre tu vida laboral, estudiantil y personal. Los beneficios que obtendrás a largo plazo harán que todo este esfuerzo merezca la pena.