Conseguir un buen empleo o simplemente encontrar alguno, aunque tenga peores condiciones, no depende solo de la persona trabajadora. Sin embargo, tampoco es cuestión de poner el acento solo en el mercado. Las causas son múltiples, pero siempre hay algo que se puede hacer. Estas son algunas ideas para mejorar las oportunidades de conseguir un empleo mejor.

Elabora una lista con preferencias, capacidades y habilidades. Sé proactivo y realista, de manera coherente. Infórmate sobre el sector y la empresa en la que te gustaría trabajar y cuida tu imagen.

Conseguir un buen empleo es cosa de dos

Muchas veces, conseguir un buen empleo no depende solo de ti ni del contexto laboral de ese momento. Encontrar empleo es un arte que desgasta, así que, si buscas un trabajo estable o con mejores condiciones, es hora de definir en primer lugar lo que quieres.

Es cierto que no es tan sencillo, especialmente en algunos momentos de la carrera profesional. Encontrar un buen trabajo sin experiencia laboral puede ser tan duro como buscar trabajo después de los 50 años.

Tanto si tu propósito es encontrar tu primer empleo como si aspiras a cubrir una vacante en la empresa que deseas o simplemente a salir de la precariedad en el ámbito laboral, es aconsejable empezar con una lista.

Puede sonar como una desviación o pérdida de tiempo. Pero para nada lo es si consigues enumerar y ordenar tus habilidades, por un lado, y dejarte claro cuáles son tus “sí” y cuáles tus “no”. Por ejemplo, “sí quiero trabajar en una empresa con perspectivas de crecimiento profesional” o “no quiero trabajar en un lugar alejado de mi familia”.

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Trabajadora contenta tras conseguir un buen empleo

4 estrategias para mejorar tus oportunidades

Es el momento de sentarte a planificar las estrategias para encontrar trabajo. El diseño de un calendario es el primer paso.

Ten en cuenta que los los trabajos en época estival también pueden servir para coger algo de experiencia. Pero además sigue estos consejos:

1# – Investiga sobre la empresa en la que quieres entrar

Es mucho más productivo enfocar dónde quieres trabajar. Esto no significa que solo apuestes por una vacante. Más bien se trata de no dispersar el esfuerzo y la energía sin una dirección. Si te gustaría trabajar en un determinado proyecto, averigua todo lo que puedas sobre su histórico, su cultura corporativa, su organigrama y si propósito. Dirigirte a un reclutador con esta información valida tu candidatura.

2# – Amplía tus redes de contacto

Esto no significa que busques lograr el trabajo mediante un “enchufe”. Sin embargo, una de las maneras de visibilizar tu perfil y tu CV es que sea destacado por alguien que ya pertenezca a la empresa donde quieres trabajar.

3# – ¿Cómo puedes ofrecer buena impresión?

La apariencia es uno de los criterios de selección más subjetivo y a la vez más eficaz. Especialmente en los primeros momentos. La higiene y el cuidado de la presencia es absolutamente necesario para conseguir un buen empleo. Son normas básicas sociales, es decir, forman parte del protocolo y el código laboral. Tampoco tienes que sentirte incómodo con un estilo alejado de tu forma de ser. Solo vigila el canon para enmarcarte entre los que van a pasar a las entrevistas personales.

4# – Proactividad y ser realista

Parece obvio tener que repetirlo, pero es una realidad que cuesta admitir. Nadie va a ir a buscarte para que trabajes en su empresa. Al menos en los comienzos. Quizá cuando tengas una trayectoria puedas relajar la proactividad, pero en cualquier caso debes ser realista con tu perfil, tus capacidades, el contexto laboral y las posibilidades de contratación. Por ejemplo, si no sabes conducir un avión no vas a optar por una vacante de piloto, ¿verdad? De la misma manera, procura ajustar tu búsqueda de empleo a la lista con tus preferencias y líneas rojas que no te merece la pena cruzar.