Durante estos dos últimos años, la transformación digital de las empresas ha dado un acelerón sorprendente. Este cambio se ha unido al debilitamiento de varios sectores y la pérdida de empleo. Una de las franjas de edad que más han sufrido las consecuencias son los mayores de 40 años. Con un empleo inestable o directamente en paro, formarse constituye la mejor opción para continuar en el mercado laboral.

Lo dice el Informe Mundial sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos publicado por la Unesco: el aprendizaje en la madurez es salud y calidad de vida. El 89% de los países están de acuerdo en que la educación de adultos contribuye «en gran medida» a la salud y el bienestar personales. Según concluye el informe, este hecho beneficia tanto a trabajadores como a empleadores. Los primeros enriquecen su vida laboral con mejores oportunidades y mayor sueldo. Para las empresas supone una mejora de la producción y aumento de los ingresos.

Nuevas tecnologías, actualización para mayores de 40 años

Dentro de este apartado se engloban formaciones muy distintas en realidad. Lo que tienen en común es que ya no se hacen las cosas de la misma manera. Formarse en nuevas tecnologías es como si en la época de la industrialización, alguien se preparara para «manejar máquinas». Hay que adquirir las destrezas digitales básicas para poder seguir profundizando en ellas e integrarlas en la profesión de cada uno.

Saber desenvolverse en redes sociales y, sobre todo, entender su filosofía, mejorará tus posibilidades de comunicación. No importa hacia dónde quieres dirigir luego esa comunicación. Puedes aportar valor a tu puesto si ofreces tu sabiduría adquirida con los años de experiencia. Pero también puedes aplicarlo para mejorar tus perspectivas laborales. Por ejemplo, entablar conversación con colegas de profesión, encontrar grupos de profesionales comunes, lugares donde se intercambien recursos o bien espacios donde puedas difundir tu imagen para mejorar tu posición o tus expectativas.

Una salida que también puede ayudarte a generar buenas expectativas es convertirte en un agente del cambio, implicarte de lleno en la transformación digital. Por ejemplo, llevando metodologías antes reservadas a entornos tecnológicos a tu campo laboral. Una de las más extendidas es Agile. Pero también hay otro tipo de tecnologías que quizá se seguro que se están demandando en tu sector. Profesionales con toda tu experiencia y conocimientos de big data, IoT o blockchain.

Nuevas tecnologías, actualización para mayores de 40 años

Especialización, el reciclaje sin cambiar de sector

El campo de la especialización es el que siguen muchos profesionales que han entrado en la madurez de la profesión. Ya se cuenta con una experiencia suficiente como para que nadie te confunda con un principiante y para que los años de trayectoria se consideren como años de solera.

Ahora es el momento de progresar y dominar el mayor número de ramas que sea posible. Tocar todos los palos puede proporcionar una dimensión al perfil profesional que permita abrir el abanico de posibilidades. También puede suponer el ascenso a un puesto de mando que se encargue de coordinar distintas labores.

Los idiomas enriquecen las oportunidades

La internalización de las empresas es mayor cada día que pasa. Y ya no es necesario tener presencia física en otros países. Las nuevas tecnologías han «democratizado» las posibilidades de internacionalizarse y una pequeña o mediana empresa también puede acceder a repartirse esta parte del pastel. Por este motivo, el reclamo de personas que dominen su profesión y, además, un idioma, también ha aumentado exponencialmente. Contar con esta competencia reforzará cualquier perfil profesional, especialmente si ya se tiene una trayectoria consolidada en el sector.

Mentorización y emprendimiento

Una actividad que puede suponer un beneficio extra cuando ya se tiene una carrera afianzada es la mentoring. Esta labor consiste en guiar a los benjamines de la profesión hacia la consolidación y puesta en práctica de sus conocimientos. Para el mentor, esto no solo se puede traducir en ingresos. También es un puesto que aporta valor a las compañías, pues nadie como los veteranos para enseñar a cómo deben hacerse las cosas en determinadas áreas de la empresa.