Puede que haya llegado el momento en el que tu emprendimiento requiera de un poco más de espacio. O, tal vez, simplemente desees separar tu vida profesional de la personal y contar con un espacio propio. En estos casos, de seguro te preguntarás cuál es la mejor opción para crecer. Los viveros, centros de empresa y coworking tienen una serie de peculiaridades y utilidades que pueden adecuarse más o menos a tus necesidades. Es por eso que debes conocer las ventajas e inconvenientes que presenta cada uno de estos espacios de trabajo, de manera que puedas realizar la elección que más te convenga.

Viveros, centros de empresa y coworking, ¿Qué diferencias hay?

Cada uno de estos espacios de trabajo responden a una necesidad específica. Dependiendo de tu negocio, de tus preferencias personales y tu situación laboral. puede serte de más utilidad elegir un tipo en particular.

Viveros de empresa

Los viveros de empresa suelen estar dirigidos a startups o empresas de nueva creación. Gracias a sus programas de incubadoras de empresas, ofrecen servicios e instalaciones físicas a un coste muy asequible. Este aspecto es ideal para aquellos que aún están empezando y no cuentan con los recursos para alquilar una oficina o que, directamente, todavía no la necesitan.

El servicio de viveros suele ser de carácter público. Es decir, que el acceso y permanencia en el espacio depende de la normativa y condiciones que fije el organismo responsable de su gestión. Quizá la burocracia asociada al acceso a estos espacios sea el inconveniente principal en los viveros. Aunque, por otro lado, sus servicios de orientación y asesoramiento pueden ser de mucha utilidad para los emprendedores iniciados.

Para saber si esta opción es viable en tu caso, puedes consultar la red de viveros de empresas en tu comunidad autónoma e informarte acerca de los requisitos de acceso. Ten en cuenta que, en ocasiones, el proceso para acceder puede alargarse, por lo que es conveniente que tengas en cuenta la temporalidad de esta gestión.

Centros de empresa

Los centros de empresa, como su propio nombre indica, están reservados a la comunidad empresarial. Su objetivo primordial es promover un espacio donde las diferentes compañías puedan acceder a los servicios básicos que necesitarán en el normal desarrollo de su actividad.

La principal ventaja de estos espacios es que disponen de todo tipo de comodidades a elección del cliente. Lo que facilita en gran medida la gestión separada de los distintos servicios que puedan necesitarse. Además, estos centros suelen contar con espacios especialmente pensados para fomentar la colaboración entre profesionales.

Una de las desventajas principales es el coste. Aunque suponen un ahorro en comparación con otros métodos, como el alquiler de una oficina propia, los precios por rentar un espacio pueden resultar difíciles de afrontar para pequeñas empresas.

Equipo eligiendo entre viveros, centros de empresa y coworking

Coworking

Por otro lado, los coworking tienen la peculiaridad de contar con una infraestructura compartida en la que los profesionales puedan practicar el networking y ampliar sus sinergias profesionales. Normalmente, se distribuyen en grandes espacios en los que se puede contar con un sitio individual desde el que trabajar rodeado de otros profesionales.

Al contrario que los centros de empresa, los coworking dan prioridad a los espacios colaborativos. Sin embargo, no abandonan los privados, puesto que también cuentan con salas de reuniones o espacios cerrados en el caso de tener que atender llamadas o reuniones con clientes.

La principal ventaja de este ambiente de trabajo colaborativo es, precisamente, la posibilidad de crear conexiones con profesionales independientes que puedan aportar su propio expertise y compartir impresiones. El inconveniente principal es la falta de privacidad. Además, es poco recomendable para aquellas personas a las que les cueste concentrarse.