La monotonía puede ser una realidad en tu día a día; pero dicen que el aburrimiento es la madre de la creatividad. Cuando el cerebro está liberado de tareas y preocupaciones busca desesperadamente la forma de generar nuevos estímulos. Quién inventó la forma de hacer fuego seguramente estaba muy aburrido.
¡El aburrimiento es algo positivo!
Con esto queremos dar una visión positiva del aburrimiento. Un estado mental que puede sumir en desgana y apatía pero que, una vez superado, puede llegar a cambiar producir un cambio de paradigma, aunque solo sea a pequeña escala.
Aburrirse en el trabajo es multicausal. Puede estar motivado por un estilo de organización donde se acaparen las tareas más interesantes y estimulantes en unos y a otros les toquen las tareas más repetitivas y sencillas de abordar. Se produzca una insuficiencia en la planificación, falta de estimulación para un ascenso o estar desempeñando tareas por debajo de las propias capacidades.
Probablemente se pueda hacer poco por cambiar algunos aspectos relacionados con la organización pero quizás sí que está en la mano de cada cual cambiar la actitud frente a esa situación. Se puede afrontar optado por ver la parte positiva como tener un buen horario o una aceptable remuneración lo que permite centrar los esfuerzos en intereses fuera del trabajo o, se puede abordar eligiendo cambiar las circunstancias, sea para mejorar en el mismo sitio o hacerlo lejos de allí.
Estos consejos pueden ayudar a darle un giro al día a día y sacar provecho del aburrimiento haciendo de la necesidad virtud.
Ponte retos, innova
Establece un objetivo, haz un plan de acción y acomételo. Piensa, desde el marco de tu profesión, qué margen de mejora tienes. Empieza por un pequeño cambio, planifícalo y ponte un plazo y una estrategia para conseguirlo. Desde algo tan simple (y que tanta pereza produce) como limpiar la bandeja de entrada de mails, organizarlos hasta colocar armarios con papeles, tirar documentación o hacer una guía práctica sobre algún tema que te atañe. Desde decorar el espacio hasta cómo ser más eficiente energéticamente o de qué manera generar menos residuos. Reflexiona sobre si caben mejoras en algún procedimiento y cómo implementarlo.
Amplía conocimientos y habilidades
Si tus posibilidades de efectuar cambios en la organización está muy limitada pero sigues teniendo tiempo que no sabes cómo emplear, dedícatelos a ti. Hay muchas opciones de formación online. Algunas totalmente gratuitas como los MOOC.
Aprende a hacer cosas y avanza en tus conocimientos tecnológicos, mejora tu conocimiento sobre redes sociales o aprende nuevos programas pensando en sacarles partido en función de tus intereses fuera de la oficina. Tendrás la posibilidad de mejorar tus capacidades y pueden aparecer oportunidades e intereses que no habías imaginado. No dejes de intentarlo.
Pide más responsabilidades
Muchas veces la falta de tiempo en las organizaciones hacen que se infrautilicen los recursos humanos de que se disponen. Habla con los responsables. Haz una sugerencia sobre mejora en el trabajo y cómo podrías poner tu talento al servicio del proyecto. Ve con una propuesta bien trabajada en vez de limitarte a pedir otras tareas.
Cambia de rutinas
Tanto dentro de tu lugar de trabajo como la forma en la que te desplazas.
Hacer las cosas de un modo diferente, en un orden distinto estimulará el cerebro. Puedes empezar simplemente cambiando la forma de llegar a tu puesto de trabajo. Prueba a hacerlo en bici o caminando, si no es todo el recorrido, aprovecha para aparcar a una distancia considerable. Cuando llegues, tu nivel de endorfinas habrá aumentado estarás en mejor disposición.
Hazte más sociable
Habla con los compañeros en los momentos de descanso. El aburrimiento puede hacer caer en una actitud de ensimismamiento. Habla con personas con las que nunca has interactuado. Prueba a poner tu empatía en funcionamiento. Encontrarás aspectos en tus compañeros con los que no contabas. No juzgues y ábrete construyendo nuevas relaciones que pongan en cuestión lo que sabes y lo que opinas sobre algunos temas.
Analiza las causas del aburrimiento
Haz un listado de los orígenes y al lado una propuesta de cambio en cada una. Permanece presente y centra tu atención, procura emplear tus energías en cambiar la situación. En muchas ocasiones el problema trasciende el problema individual y afecta a más personas, busca entonces aliados y pensad en conjunto en una solución.
Si no es el caso y objetivamente la solución no puede estar en tus manos emplea tus esfuerzos para salir de ahí con un buen plan y con un plazo fijado que te permita flexibilidad para dar espacio a circunstancias que puedan dar lugar a modificar la situación pero con la presión suficiente para no alargarlo innecesariamente.
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