Quien tiene verdadera vocación de montar un negocio, nunca termina de dejarlo por imposible. A veces la vida te ofrece la oportunidad perfecta, pero normalmente, empezar a emprender cuesta un sacrificio considerable. Puede llegar a suponer abandonar la seguridad de un sueldo fijo todos los meses. Sin embargo, si lo tienes cada vez más claro, pero no te atreves a dejar tu empleo actual, puedes probar a combinar ser autónomo con el trabajo por cuenta ajena, hasta que te estabilices al menos.

Como crear un plan para comenzar

Una de las cuestiones principales que se han de tener en cuenta a la hora de montar una empresa es tener un capital inicial. Aunque sea simplemente ofrecer un servicio como autónomo, es conveniente que ahorres un montante económico. Tendrás que hacer una inversión al principio, pagar impuestos trimestralmente y posiblemente subcontratar otros servicios profesionales, como marketing o publicidad, y un espacio para ubicarte. Esto es algo que puedes hacer mientras trabajas en tu puesto.

También puedes combinar tu actividad laboral con la búsqueda de financiación si lo que necesitas es una inversión fuerte. En este caso, puede que necesites presentar un proyecto completo, con un plan de empresa convenientemente elaborado. Llevar esta clase de documentación al día puede convencer a los ángeles inversores.

Otra ocupación que puedes simultanear es la de informarte a fondo sobre el sector en el que vas a introducirte. Es muy recomendable que comiences a generar lazos, al menos a hacerte una idea de los referentes y pesos pesados de tu área. Asistir a eventos de networking te dará una idea aproximada y te orientará frente a posibles adversidades que se te pueden presentar.

Por último, fíjate un plazo. No es necesario que lo cumplas a rajatabla, pero tómatelo como algo más que una mera intención. Pon todo de tu parte para llegar a la fecha con los deberes hechos. Elabora una estrategia por pasos que se reflejen en una fecha de calendario.

autónomos

¿Hay incompatibilidades?

Se puede trabajar por cuenta ajena e iniciar al mismo tiempo un negocio por cuenta propia. A esto se le llama pluriactividad y es distinta del pluriempleo. Consiste en cotizar por más de una actividad en más de un régimen de la Seguridad Social. En el caso de ser autónomo, tendrás que darte de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Aunque cobres como asalariado, no perderás la bonificación inicial a la hora de pagar tus cuotas de la Seguridad Social.