Graduarse en tiempo record es la nueva propuesta del gobierno británico para flexibilizar y modernizar la educación universitaria. Si lo habitual en la educación superior británica son los grados de tres años una propuesta de ley formulada desde el ministerio de Universidades por su principal responsable, Jo Johnson permitirá a partir del 2020 ofrecer a sus centros grados que se completen en solo dos años.
En nuestro país el debate todavía se encuentra en un paso previo y conviven en el sistema universitario tanto grados de cuatro como los resultantes de la fórmula 3+2, tres años de grado más dos de máster. Si quieres conocer toda la oferta de grados y elegir el que más se adapte a tus necesidades consulta nuestra Guía de grados.
Graduarse por la vía rápida
El anuncio sobre los grados de “vía rápida” (fast- track degrees) ha generado una intensa polémica en el Reino Unido. Los defensores de esta reducción de los años lectivos, que no de los créditos ni del precio, argumentan que hay demasiado tiempo desaprovechado durante un curso escolar. Tres semanas durante las Navidades y tres meses en verano. Un acortamiento del tiempo de vacaciones y alargar un poco el horario de las clases o las jornadas lectivas permitiría reducir el tiempo total del grado. Esto supondría para los alumnos, defienden, un ahorro en los costes indirectos de manutención, comida y transportes de un año y podrían ponerse antes a encontrar un trabajo.
El beneficio se ve también en el caso de personas que ya estuvieran trabajando y que quisieran obtener una formación que les permitiera incorporarse cuanto antes al mercado laboral con un CV renovado. Por último consideran que la transferencia de conocimientos universidad-empresa saldría reforzada al ser un proceso más dinámico.
Las posturas críticas a esta condensación de conocimientos se manifiestan poniendo en duda que la reducción de los grados pueda ser beneficiosa para los tiempos necesarios de asimilación de conceptos y aprendizaje. Consideran que el tiempo óptimo para los procesos en las investigaciones son precisamente tres años y que menos tiempo afectaría a la calidad de los resultados. Desde los sindicatos rebaten que la única ventaja para que más personas tuvieran acceso a la educación sería si los precios de las tasas bajaran.
Se reducen los años pero no las tasas
En el Reino Unido las tasas anuales cuestan de media nueve mil libras (10.487 euros). Si finalmente se adoptan estos grados pasarán a costar trece mil libras (15.148 euros) por año y además, al aumentar el tiempo de dedicación durante los dos años, dificultaría trabajar mientras se estudia. Afectaría a la calidad de la oferta formativa, según opina uno de los principales sindicatos del sector de la enseñanza británico, que consideran que esta política desvirtuaría la enseñanza al abrir las puertas al negocio de la educación universitaria a empresas con más afán de lucro que voluntad pedagógica.
La universidad española acuerda la implantación del 3+2
En España la cuestión se encuentra todavía en un paso anterior. En las universidades españolas el modelo tres años de grado más dos de especialización mediante un máster (modelo 3+2) quedó aplazado tras la aprobación mediante el decreto que lo establecía en 2015. Los rectores pidieron posponer la implantación hasta este año 2017 poder valorar los efectos que el plan Bolonia (implantado en 2010), que fijaba la mayoría de los grados en cuatro años, había tenido en los alumnos que estudiaron bajo este sistema.
Recientemente el modelo 3+2 ha avanzado hacia un acuerdo entre universidades y gobierno. Se podrán ofrecer grados de tres años siempre y cuando sean de nueva creación. Es importante que sean realmente nuevos y no una reconfiguración de las materias de grados clásicos para adaptarlas al nuevo modelo para que no haya diferencias entre un campus y otro. Finalmente se ha pactado que los títulos anteriores al plan Bolonia continúen con la misma duración y los nuevos puedan acogerse al sistema 3+2.