Apenas pasados unos días tras la aprobación de la Reforma Laboral, la ministra de Trabajo Yolanda Díaz anunció el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.000 euros para el año 2022. Esta cantidad supone un incremento de 35 euros (un 3,6%) sobre la última subida que se produjo en septiembre del año pasado. El mileurismo alcanza a los salarios más bajos.
¿Qué es el salario mínimo interprofesional?
El aumento del salario mínimo interprofesional es algo que se produce cada año. Así queda dispuesto por el Estatuto de los Trabajadores, de manera que el gobierno, en consulta con sindicatos y patronal, fija la cantidad que se aumenta teniendo en cuenta la marcha de la economía o el incremento del precio de la vida (IPC), entre otros parámetros.
El salario mínimo interprofesional es la garantía de que se pagan salarios suficientes para llevar una vida digna. Es la garantía de que no se pagarán remuneraciones indebidamente bajas, según lo define la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
¿Suben el resto de salarios si sube el SMI?
Las personas a las que afecta la subida del salario mínimo son aquellos trabajadores que no pueden acogerse a un convenio colectivo que defina su salario. O que prestan sus servicios en regímenes especiales (distintos al Régimen General) como las empleadas del hogar o los trabajadores del campo. Es decir, estos trabajadores a cuyas nóminas más afecta la variación del SMI, se rigen por el Estatuto de los Trabajadores, que es la norma básica y la referencia mínima de su salario es el SMI.
La subida del salario mínimo no provoca automáticamente la subida del resto de salarios. Pero, de alguna manera, arrastra hacia la subida al resto de sueldos para diferenciarse del mínimo. Aunque no afecta los otros salarios, el gobierno calcula que se beneficiarán unos dos millones de personas trabajadoras. Y los sindicatos, ajustando más el perfil, concretan su mejora para las mujeres de entre 16 y 34 años que trabajan en el sector de la agricultura o en el de servicios.
El actual gobierno de coalición tiene previsto alcanzar el 60% del salario mínimo mensual para el año que viene. Este porcentaje del salario medio de un país es el que el Comité de Derechos Sociales del Consejo de Europa considera un salario “decoroso”. La cantidad para España sería de unos 1.200 euros, ya que el salario medio bruto, según los últimos datos del INE, para 2020 fue de 2038,6 euros.
Efectos sobre el empleo y SMI en otros países
Aunque se considera generalmente que una subida del SMI produce efectos positivos en la economía, porque provoca que el consumo se estimule lo que lleva a un aumento en el empleo también se considera por otro lado que, si esta subida es muy elevada, los efectos pueden ser contraproducentes. La representación de las empresas suele considerar que una subida brusca provoca el aumento de los costes laborales, lo que reduce los márgenes de las empresas y una menor creación de empleo.
El hecho es que 90 países miembros de la OIT fijan salarios mínimos para sus países. En Europa todos los países, excepto Italia, Dinamarca, Chipre, Austria, Finlandia y Suecia tienen establecido un salario mínimo mensual. España se encuentra en el grupo 2 dentro de la clasificación que hace Eurostat de países cuyo SMI supera los 1.000 euros. Para poder compararlos, hay que tener en cuenta que en España se remunera con catorce pagas anuales, pero no es así en el resto de países, que es solo una al mes. Para poder comparar, habrá que considerar que la cantidad con el nuevo SMI será de 1.166 euros (14.000 euros en doce pagas).
Por último, otra de las características del salario mínimo mensual es que es inembargable, y que es la referencia para el cálculo de subsidios como puede ser la RAI, por lo que estas cantidades también se incrementarán para quienes reciben estas ayudas.
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