Las cosas suceden, de una manera u otra.  Aunque en la mayor parte de la ocasiones sólo nosotros tenemos la fuerza y la voluntad para favorecer ese cambio. Con nuestra actitud hacia las cosas, con nuestro sentido del deber, y con nuestro sentido de la responsabilidad, más allá de los objetivos que nos hayamos marcado.

En el anterior episodio de ‘Sacamos partido…’ os hablaba y os dejaba a medio servir el protocolo de la sindicación de contenidos mediante RSS. La idea de dejar momentos de reposo entre artículo y artículo, sobre todo descansa en el hecho de que tratéis de ser consecuentes con lo que pretendéis hacer en las redes sociales.

Os cuento mi caso, y os revelo mi secreto (que no es que sea el mejor guardado del mundo, pero ya no será secreto… ¿O sí? ¿Igual no oso cuento todo lo que me guardo en la manga?).

Veréis. Cuando decidí reinventar mis perfiles en las redes sociales y tratar de echar una mano a la gente que andaba un poco perdida en todo esto, comencé a pensar qué cosas podrían ser interesantes para ellos, y que quisieran (buscar) encontrar en las redes. Al principio, mi cuenta de Twitter (yo) se (me) dedicaba a hacer retuits de las ofertas de empleo en Valencia y en Castellón (mis áreas de influencia directa) que encontraba en esta red social. Para ello, me cree una búsqueda en Twitter que guardé, y que sigo usando de cuando en vez.

Sobre todo porque tengo una pequeña agenda con gente a la que no me cuesta nada hacerles el favor de buscarles algo en que trabajar. Y aprovecho esas búsquedas para hacerles mención y remitírselas directamente, si se da el caso.

Bueno. A lo que vamos. Viendo la ingente cantidad de gente que se interesaba porque le echara una mano para encontrarle algo. Y, sobre todo. Siendo realista y sabiendo que era prácticamente imposible que pudiera resolver los problemas de todos, se me ocurrió que quizás debiera de existir una forma en que las ofertas de empleo se publicaran directamente desde la web de Infoempleo en mis redes sociales, y de esta forma, ahorrarme parte del trabajo. Y de paso, ayudo a muchos a encontrar cosas que igual no pensaban encontrar.

Así es como surge la necesidad de investigar sobre la sindicación de contenidos. Busco, y encuentro que hay algo llamado RSS (XML) que aparece una y otra vez, y que me suena haber visto en alguna que otra página de medios de comunicación. Aunque, la verdad, nunca les presté la debida atención porque ni sabía ni me interesaba para qué servían.

Fue entonces cuando averigüé que Google permitía la sindicación directamente y de forma más sencilla a través de FeedBurner. Gracias a que tiene conectado este servicio con su servicio de blog, Blogger, que es el que yo utilizo. Además, desde el mismo panel de configuración de mi blog se me permite la posibilidad de crear feeds de mis artículos. Y he de decir verdad, que hasta entonces, me importaba lo más mínimo que esto sucediera así.

Ergo, puede decirse que el hecho de que ahora divulgue mis contenidos como lo hago, surge por una coincidencia en el tiempo. Y gracias a ello, actualmente mi blog cuenta con información al minuto de las ofertas de empleo que publica Infoempleo cada día, y mi página de fan de Facebook se nutre cada equis tiempo de ofertas que se divulgan en ese muro, con el ánimo de mantener informado al personal.

El inconveniente es que tienes que medir muy bien el flujo de información que se genera. Porque si la gente que te sigue (que sigue tu página de fan o tu perfil personal) sigue a gente que no es que sea muy activa, que digamos, puede encontrarse cuando entre en su perfil con que les has inundado a mensajes variados y monótonos. Y terminen por banearte, marcarte como spam o silenciarte.

La sindicación está muy bien porque te permite generar contenido de cualquier índole de manera automática. Además, es contenido que más o menos tienes controlado. Tanto por su periodicidad, por su publicación, como por su contenido en sí mismo. Porque es algo que conoces.

Realmente, lo que más te tiene que interesar es aplicar esa sindicación a tu blog, siempre en primer lugar. Porque lo más importante es darte a conocer y dar a conocer tus creaciones intelectuales. Lo demás tiene que venir como añadidura o como acompañamiento. Contenidos que aporten valor. No que lo sean en sí mismos.

Y desde el tutorial que os comenté, a posteriori, se puede establecer que haya una publicación automática de nuestro feed del blog en Twitter. De forma que, gracias a unos contenidos parametrizados, podamos generar un twit del que podamos extraer información tan importante como: cuántos nos leen, dónde nos leen, cuándo nos leen… Porque sí, la aplicación FeedBurner también nos sorprende con elementos que nos permiten medir la influencia de lo que publicamos.

Espero que se haya hecho la luz sobre los objetivos de esta parte esencial de las redes sociales. Seguramente te preguntes cuál es el secreto tan bien guardado, y habrás descubierto que no era nada del otro mundo. Tan sólo consistía en ser tenaz, perseverante y metódico.

El trabajo nos dignifica. Aunque sea para nosotros mismos. Y seguramente lo haremos con más interés.

Os invito a seguir trabajando, y en la próxima entrega… ya veremos. Pero os garantizo que será productivo.

@AntonioVChanal
Coach y Formador en Redes Sociales