En muchos trabajos se piden ya referencias de trabajo de antiguos jefes o compañeros para evaluar tu candidatura. Es una costumbre anglosajona que se ha importado e invade cada vez más los procesos de selección. Sobre todo los que tienen que ver con puestos de responsabilidad o con talento especializado.

Para gestionar con éxito las referencias laborales tendrás que tener en cuenta una serie de aspectos:

  • Cómo las recopilas.
  • Qué tiene que poner en ellas.
  • Dónde se incluyen o cuándo se presentan.

Cómo se recopilan las referencias laborales

La forma tradicional de recopilar referencias es mediante un papel firmado por la persona o la empresa que da la referencia. Algunas compañías tienen ya previsto una carta modelo que sirve para cualquier empleado que deje de trabajar para ellos (siempre que la relación no haya sido desfavorable). Es un documento que conviene conservar, pero además es recomendable solicitar otro más personalizado y que lo emita un cargo con el que se haya tenido una relación más estrecha.

Otra vía para presentar referencias es que la nueva empresa pueda contactar con la persona que va a opinar sobre tu paso por la antigua compañía. Para ello tendrás que facilitarles una forma de contacto, como un teléfono o un correo electrónico, a ser posible corporativo. Este tipo de dato es sensible e incluso puede estar protegido legalmente. Antes de suministrarlo, debes comunicárselo a la persona a la que van a llamar y esperar a que ella te dé su consentimiento.

Un tercer modo de conseguir referencias laborales es a través de redes sociales. Algunas tienen todo un sistema especialmente diseñado para ello, como LinkedIn, donde puedes solicitar y emitir referencias. Además, tiene una funcionalidad específica de validación de aptitudes. Otro tipo de redes, aunque no disponen de herramientas tan propias, te ofrecen la posibilidad de recoger comentarios positivos sobre tu trabajo y mostrar esta información ante tus reclutadores cuando te lo requieran.

Cómo pedir referencias laborales

Cuándo y dónde incluirlas

La forma de incluir las referencias depende directamente del medio que se emplee para comunicarlas. Por ejemplo, si vienen de redes sociales, ya están publicadas y solo habrá que aportar el enlace o ruta a los reclutadores. También se les puede enseñar en caliente cuando se tenga una reunión con ellos.

En cualquier caso, las referencias no suelen incluirse en el CV. Es en una fase posterior cuando, si lo consideran oportuno, te las solicitarán. Con frecuencia, se piden en la entrevista. A tal fin, es aconsejable llevar preparada la documentación necesaria para presentarla en ese momento. Trae el original y una copia de cada carta de recomendación que tengas en papel, por si quieren adjuntarlo a tu candidatura. Si vas a presentar datos de contacto para que pidan ellos las referencias, elabora un documento donde se recojan de una manera sencilla y ordenada.

Qué se debe incluir en una carta de referencia

A la hora de solicitar que te escriban una referencia, trata de aportar ideas a la otra persona para que las incluya en su comentario. Con el fin de no causar demasiadas molestias, hay quien prepara el propio texto y luego lo firma la persona de referencia, si está de acuerdo.

Estos son los principales puntos que puede contener cualquier tipo de referencia laboral:

  • La relación profesional que mantuvo la persona que da la referencia contigo.
  • Una referencia a dos o tres capacidades que definen tu desempeño.
  • Un resumen de las funciones que has llevado a cabo.
  • Una mención a aspectos positivos de tu carácter y a la relación con tus compañeros.
  • Una valoración general de tu paso por la empresa.
  • La recomendación de tu candidatura para el nuevo puesto.

Si se trata de una carta de recomendación, arriba debe indicarse la fecha. Al final, se firmará, se especificará el nombre de la persona que emite la referencia y su cargo profesional y, si es posible, se sellará con el sello de la empresa.