Entre los factores que pueden llegar a hacer realmente estresante la búsqueda de empleo está la incertidumbre sobre qué preguntar en una entrevista. La ansiedad del momento o la falta de preparación previa pueden torpedear un proceso de selección que podría haber acabado exitosamente. Hoy te vamos a dar una guía para que puedas desenvolverte con soltura.
Algunos consejos para una entrevista de trabajo
Una entrevista de trabajo es siempre una situación en la que una persona está siendo evaluada. Y no únicamente por sus competencias profesionales, ya que las llamadas soft skills entran muy dentro del campo de lo personal.
Es muy lógico, por tanto, que sientas nerviosismo e incertidumbre ante el escrutinio al que vas a ser sometido y que te sientas tentado a no realizar ninguna pregunta. O, lo que puede ser aún peor, que hagas las más inadecuadas.
En realidad, puedes y debes hacer preguntas cuando acudas a una entrevista de trabajo. Porque no solo el reclutador está intentando averiguar si eres el mejor candidato para sus necesidades. Tú también querrás saber si el ambiente de trabajo y la cultura organizacional cuadran con tu visión y tus metas personales.
Para cumplir ese objetivo, tendrás que formular las preguntas correctas y para ello lo mejor es que hagas una investigación previa sobre la empresa. En las redes sociales puedes encontrar numerosa información sobre ella y sobre las características del puesto que seguramente querrás ampliar aprovechando el momento de la entrevista.
Esa investigación te permitirá también hacer preguntas lógicas y relevantes, ajustadas al puesto al que estás optando. Eso dará una imagen positiva de ti, ya que el reclutador notará que estás realmente interesado.
Qué preguntar en una entrevista
Ya debes tener claro que, no solo puedes preguntar en una entrevista de trabajo, sino que está previsto que así lo hagas. Sin embargo, a poca experiencia que hayas acumulado, sabrás que no todas las cuestiones que plantees se valorarán de la misma forma.
Quizá las preguntas que primero te vengan a la mente son las que tienen que ver con el puesto de trabajo en sí mismo.
- ¿Cuáles serán mis responsabilidades? Normalmente, no será necesario que lo preguntes, pero también es verdad que algunos entrevistadores no acaban de ser claros al respecto.
- ¿Podrías describirme cómo es un día típico en este puesto? Más allá de lo teórico, de esta forma tendrás una idea clara de tu desempeño.
- ¿Cuáles son los principales retos a los que me enfrentaré? Esta te permitirá evaluar el alcance de tus capacidades.
Pero también es posible que quieras conocer más sobre otros aspectos que también te atañen:
- ¿Cómo es el equipo con el que voy a trabajar? Lo más habitual es que desarrolles tu labor insertado dentro de un departamento. Conocer cómo se desarrollan esas sinergias es fundamental.
- ¿Qué oportunidades de crecimiento o promoción hay en la empresa? De esta forma demostrarás tu interés por implicarte en tu puesto.
Qué preguntas debes evitar, al menos en la primera entrevista
Debes tener en cuenta que estás siendo evaluado por parte de una persona que no te ha visto aun desarrollando tu trabajo y que en realidad sabe muy poco de ti.
Es muy posible que tú sientas que determinadas preguntas son perfectamente legítimas, pero sin quererlo puedes estar transmitiendo una idea equivocada de tu capacidad de compromiso. O de que muestras un interés muy escaso porque solo estás probando suerte en una empresa más.
Lo primero y más evidente es que se espera de ti que hayas leído atentamente la oferta de trabajo y que hayas hecho algún tipo de investigación previa. Así que hay fundamentalmente dos preguntas que no debes hacer:
- ¿En qué consiste mi puesto? Salvo en esos casos de ofertas redactadas de forma críptica o ambigua que obligan a llegar a ciegas a la entrevista, estás dando a entender que no estás demasiado interesado.
- ¿A qué se dedica la empresa? Incluso aunque se trate de una empresa de muy reciente creación, no es prudente que formules esta cuestión.
Otras cuestiones debes evitarlas para evitar ser malinterpretado.
- ¿Tendré horario flexible o podré trabajar desde casa? Se trata de una pregunta legítima, especialmente si la organización apuesta por un modelo híbrido de trabajo. Pero no es prudente hacerla en la primera entrevista porque podrías dar la impresión de falta de compromiso.
- ¿Cuándo podré tomarme vacaciones? Estamos en el mismo caso: puedes dar a entender que tu implicación en el puesto no va a ser óptima.
En inglés existe el dicho “no such thing as a stupid question”, que se suele traducir al español como no hay preguntas estúpidas. La realidad es que la realidad es siempre cómo se plantean más que la pregunta en sí.
Esta pequeña guía es una orientación general, pero no la tomes en absoluto como conjunto de reglas rígidas. Cada sector económico y cada empresa tienen una cultura propia.
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