La Teoría de los 6 grados de separación sostiene que cada uno de nosotros puede conectar con cualquier otra persona de este planeta a través de una cadena de conocidos, compuesta por un máximo de seis intermediarios. La idea que hay detrás de la teoría es que tu networking puede crece exponencialmente, conforme aumenta el número de enlaces en esa cadena. Por lo que, si te encuentras en situación de búsqueda activa de empleo, puede que no sea tan difícil como crees acceder a los contactos que te interesan.
La Teoría de los 6 grados en un mundo pequeño
Aunque cuenta con casi cien años de existencia, la Teoría de los 6 grados entró en la cultura popular a través de un juego impulsado por el actor Kevin Bacon durante la pandemia. Su verdadero origen se encuentra en el cuento de 1929 “Láncszemek” (Eslabones), del escritor húngaro Frigyes Karinthy.
Su funcionamiento es muy sencillo, y se basa en la idea de que cada persona conoce de media a unas cien personas. Si cada uno de tus contactos cercanos conoce a su vez a unas cien personas, no es difícil calcular que puedes estar conectado con cualquier persona en no más de seis grados de relación de esa cadena.
Por lo tanto, la transferencia de la información entre dos personas cualesquiera en el planeta solo necesitaría seis intermediarios.
Mucho antes de su popularización, el psicólogo norteamericano Stanley Milgram se propuso probar en 1967 la teoría a través de la experimentación. Milgram teorizó que las redes de contactos de la sociedad humana son muy estrechas, y funcionan como un mundo pequeño.
Haciendo que la Teoría de los 6 grados de separación trabaje a tu favor
Pese a lo tentador de esta teoría sociológica, es obvio que en la práctica es muy difícil que la comunicación sea fluida si nos atenemos a los canales tradicionales. Sin embargo, el desarrollo de las redes sociales supone un ecosistema nuevo de relaciones en el que los vínculos interpersonales pueden expandirse de formas nunca vistas antes.
Esto es particularmente interesante si estás buscando empleo. Si es así, probablemente te encuentres trabajando activamente en tu red de contactos profesionales, porque necesitas que un número cada vez mayor de personas estén informadas de tu situación. Pero también necesitas llegar a las más adecuadas, a los reclutadores de las empresas donde quieres trabajar.
Tú puedes hacer que la Teoría de los 6 grados juegue a tu favor si eres proactivo y te comprometes con el proceso, partiendo de la idea de que será largo y requerirá de toda tu paciencia:
- Acude a eventos de networking, donde podrás tratar de tú a tú con otros profesionales.
- Refuerza y amplía tu presencia en las redes sociales. En ellas, cada nuevo contacto te abre la posibilidad de conocer a toda su propia red.
La ampliación de tus conexiones sociales orientadas al mundo profesional va a hacer que aumente también de forma exponencial el número de personas a las que puedes “transmitir tu mensaje”, como dicta la Teoría de los 6 grados. Es decir, puedes hacer llegar, de forma más rápida y masiva a más gente, que estás interesado en determinados puestos y que eres el profesional adecuado para cubrirlos.
Pero también funciona en el otro sentido. Es decir, estarás en posición de acceder a información privilegiada sobre oportunidades de empleo o acciones de formación no publicitadas. O podrás ser el objeto de interés de empleadores a los que parezca atractivo tu perfil.
Conclusiones
En resumen, la Teoría de los 6 grados de separación te dice que entre tú y ese empleador o empleadores en los que estás verdaderamente interesado hay solo unos pasos. Sin embargo, depende de tus acciones el que esos grados de separación constituyan un canal de comunicación fluido y no una mera teoría.
Algunos consejos para avanzar en esa dirección:
- Participa de forma activa en las redes sociales, hablando de ti mismo pero también compartiendo contenido de otros profesionales.
- Tómalo como una carrera de fondo. Puede ser un trabajo lento.
- Ayuda a otras personas que comparten tu búsqueda, proporcionando información y consejos. Eso reforzará mucho tus lazos.
