Cuenta la leyenda que una vez que estás dado de alta en el RETA, es decir, que tributas y facturas como trabajador autónomo, nunca te faltarán clientes. Como toda historia, tiene muchas capas. La primera y verdadera es que si no sales a buscarlos y te esfuerzas por mantenerlos, estarás pagando por trabajar en vano. La prospección de clientes te ayuda en tu negocio. Aprende aquí sus claves.
La prospección de clientes explicada sin rodeos
Cuando decides trabajar por tu cuenta, estás pensando en un público objetivo al que dirigir tu producto o servicio. Estos bodies deseables son los buyer, es decir, personas que comprarán o usarán el resultado de tu trabajo. Pueden ser clientes finales o empresas mediadoras. Puedes atraer más buyer generando contenidos y resolviendo necesidades en los canales donde se encuentren tus clientes potenciales.
Mientras que estás leyendo este post, ellos están informándose sobre ti. Mirando tus publicaciones, preguntando a Google y buscando tu perfil en plataformas laborales especializadas. Para lograr una prospección de clientes eficaz, lo más importante es crear valor. Una vez que tengas la base de datos, es crucial el seguimiento y medición de los datos. Así podrás ir ajustando tanto el producto o servicio como las estrategias de captación y retención de clientes. Para ponerte manos a la obra, sigue los siguientes pasos:
- Detalla el valor de tu propuesta: ¿Qué te diferencia y qué aporta al cliente?
- Imagina tu buyer persona: escribe lo más específicamente posible a qué se dedica, cuál es su edad, su género, sus gustos y demás rasgos que lo caractericen.
- Ordena jerárquicamente priorizando los prospectos que definas.
- Establece la metodología y estrategias, así como la cronología. Contar con un calendario es clave.
- Registra toda la información y procesa los datos. Evalúa y mejora la implementación.
¿Cómo puede ayudarte en tu negocio?
La prospección de clientes te asegura contar con clientes interesados en tu proyecto. El objetivo es atraer a los perfiles que mejor se ajusten a tu target, es decir, aquellos que más necesiten tu producto o servicio. No tiene sentido vender productos de lactancia a un hombre soltero, por ejemplo. Con este proceso, no solo los captas sino que clasificas los perfiles adquiridos, para analizarlos y colocarlos en el lugar de la cadena que más te beneficie.
El tiempo es oro, es decir, aunque podrías utilizar muchos recursos para llegar a tus clientes, te faltarían horas al día para desarrollar tu trabajo. Por eso, asociado a esta estrategia debes conocer el embudo de prospección. De todas las personas que pueden llegar a conocer tu negocio, solo una parte lo hará rentable y sostenible. Para que algunas campañas de marketing sean eficaces, lo mejor es automatizar los procesos.
Contar con clientes garantiza la supervivencia del proyecto y realizar la prospección te da información sobre la tasa de conversión. Así podrás calcular de manera más ajustada los costes y el ROI (Return Over Inversion), esto es, los beneficios. De esta manera, podrás estructurar el ciclo de ventas con tus campañas de marketing.