En la actualidad, se conoce como profesionales senior a aquellos que cuentan con un mayor grado de experiencia dentro de una organización. Está directamente relacionado, por tanto, con la cantidad de años que el trabajador lleva desempeñando su especialización en un mismo sector o empresa.
El trabajador senior es aquel que conoce con todo detalle sus habilidades y competencias. Además, desempeña con criterio las tareas realizadas, pues con los años de experiencia ha ido adquiriendo una gran especialización. En la realidad laboral española, se suele considerar senior a una persona con 45 años de edad, o más.
La gravedad de la situación para los profesionales senior
La presencia de profesionales senior puede parecer, a priori, muy atractiva para las empresas en España. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Según un reciente estudio realizado por Adecco, en el último año un 80% de los responsables de Recursos Humanos no ha entrevistado a ningún trabajador mayor de 50 años. De hecho, el 90% de estos candidatos no se presentan a la mayoría de ofertas del mercado, pues consideran que no se les va a tener en cuenta debido a su edad.
Tal y como recoge la plataforma +45Activos, del total de personas en paro en España, alrededor del 50% son mayores de 45 años. Es decir, la mitad de parados españoles son trabajadores senior, la mayoría de ellos de larga duración. Esto supone 1,8 millones de personas, cifra que probablemente crezca con el transcurso de la pandemia.
Por otra parte, la situación laboral que viven los profesionales senior en España es mucho peor que en el resto de Europa. Analizando su actividad profesional, España se encuentra 7 puntos por debajo del resto de países de la Unión Europea.
¿A qué se debe esta situación?
La situación estructural que viven los profesionales senior se debe en gran medida a la concepción que desde las empresas se percibe sobre ellos. Esta percepción negativa se conoce como idea falsa, y consiste en la creencia generalizada de que los profesionales de más de 45-50 años no están actualizados en lo que a nuevas tecnologías y asuntos digitales se refiere. En otras palabras: se cree que los trabajadores sénior están obsoletos.
La idea falsa genera inevitablemente algo que los expertos conocen como profecía autocumplida. En primer lugar, tanto la sociedad como las empresas consideran que los empleados comienzan a perder sus cualidades a partir de cierta edad, normalmente a partir de los 50 años, por lo que se les deja de tener en cuenta dentro de los procesos de selección. Así pues, dichos candidatos empiezan a considerarse a sí mismos como población envejecida, comportándose de la misma manera que les ve el resto de la sociedad; y, por tanto, dejando de presentarse a los procesos de selección.
Posibles soluciones
Ante la realidad laboral que viven los trabajadores senior en España, varias fundaciones han decidido ayudar a la causa para tratar de erradicar un problema cada vez mayor.
La Fundación Ergón ha puesto en marcha una serie de Diálogos, con la ayuda de la Fundación MásHumano, ORH y Sagardoy Abogados, cuyo objetivo principal es tratar el futuro del trabajo en el país, analizando los problemas potenciales desde distintos puntos de vista y con un carácter transversal. El último de los Diálogos, que dio lugar el pasado 26 de enero, trató sobre la “Gestión y Perspectivas del Talento Senior”.
En él se comentaron varias medidas para que la situación de los profesionales senior se pueda revertir. La primera es la necesidad de un cambio de paradigma. Para Tomás Pereda, HR Senior Advisor y Subdirector General de la Fundación MásHumano, “los profesionales senior no son un problema, sino una solución para nuestro mercado de trabajo”. Cabe destacar que España es el segundo país más longevo del mundo, sólo por detrás de Japón. Si la esperanza de vida saludable en España es de 74 años, y la sociedad actual considera “obsoleta” a la población de 50 años, existe un gran desajuste en la realidad laboral española.
Aunque el cambio de paradigma sea necesario, puede que también sea inevitable. Esto se debe a la caída de nuestra tasa de natalidad, y la progresiva reducción de la gente joven. De esta forma, habrá una gran cantidad de profesionales senior capacitados para liderar el cambio tecnológico y la transformación digital. España, como país longevo y con una gran calidad de vida, se encuentra preparada para ser un referente en la promoción del talento senior.