Un plan de carrera es una estrategia empresarial ideada para conseguir talento valioso para las compañías. Te damos a conocer los secretos de esta práctica para poder aplicarla en tu propio beneficio. Consigue cumplir tus expectativas siguiendo el camino que te has propuesto.
No importa si estás a la búsqueda de tu primer empleo dentro del sector en el que quieres desarrollar tu carrera o si simplemente quieres dar un giro profesional de 180 grados. El plan de carrera va a ser tu guía.
Ten en cuenta estos tres aspectos a la hora de elaborarlo:
1. ¿Qué has estudiado y cómo es tu trayectoria? Expectativas te ofrece tu titulación y experiencia
Este primer momento conlleva una gran dosis de autoanálisis. Por un lado, hay que revisar bien las oportunidades de empleo que te ofrece la titulación que has cursado. Es posible que te centraras en una o dos vías y que el resto las hayas dejado muertas. Puede ser una buena ocasión para recuperarlas y anotarlas todas en un documento o un papel. Analiza no solo las más accesibles, sino también las que más posibilidades de desarrollo personal tienen, las que menos riesgo de automatización entrañan y, en definitiva, las que mayores satisfacciones te van a reportar a lo largo de la vida.
Quizá tu nivel de estudios no te aporte una especialización determinada. En tal caso, el recorrido que lleves hasta el momento, tu trayectoria, junto con lo que señalaremos en el tercer apartado constituirán tu punto de partida.
2. ¿Qué perfil profesional tienes? Cómo va creciendo tu perfil con la experiencia
El plan de carrera no debería señalar un camino inamovible. Está claro que necesita una cierta precisión para que sea realmente efectivo; sin embargo, tiene que ser también flexible. Hay que irlo adaptando a los tiempos y a tus necesidades vitales, siempre sin perder el norte.
Si estás trabajando en una empresa, puede que consigas que tus aspiraciones se alineen con sus intereses y que esta te ofrezca apoyo en tu plan de carrera. Esta ayuda puede ser de tipo material, subvencionándote actividades formativas, estancias o asistencia a determinados eventos profesionales. Pero también puede ser en tiempo o flexibilidad para poder llevar a cabo todas estas acciones.
Es importante que analices tus fortalezas y debilidades de manera periódica a medida que vas avanzando en tu recorrido. Esto irá guiando tu camino y te servirá para evaluar los logros que has ido consiguiendo y las dificultades con las que te has encontrado.
3. La importancia de formación a lo largo de la vida
Para hacer un plan de carrera hay que pensar a largo plazo. No importa tanto dónde estás, sino adónde quieres legar. Plantéate si hay alguna titulación oficial que debas cursar para alcanzar tus metas. En esta fase tus esfuerzos se pueden centrar en cómo superarla.
En caso de que cuentes con esa base, no abandones la formación porque es lo que va a darte siempre mayores oportunidades de cumplir con tus expectativas. Por un lado, te mantienes al día refrescando conocimientos y aprendiendo nuevos saberes. Por otro, vas a conocer a gente de tu sector y tu actividad, lo que te hace aumentar tu red de contactos.