La solución a veces está fuera de nuestra mirada. La forma que tenemos de pensar utilizando la lógica, es capaz de resolver determinados tipos de problemas: los más cotidianos o sencillos. Otros, en cambio requieren tomar perspectiva, ampliar la mirada. Es lo que ocurre con la resolución del popular problema de los nueve puntos. Es imprescindible salir del esquema para poder resolverlo. ¿Cómo podemos pensar fuera de la caja para entrenar la creatividad y la resolución de problemas?

Muchos conoceréis el problema de los nueve puntos que están dispuestos en un cuadrado. Se reta a encontrar la manera de que una línea pase por todos los puntos en solo cuatro trazos. Sin levantar el lápiz del papel. La solución, atención spoiler, solo es posible si se sale del cuadrado. Este problema fue el que inspiró el concepto “fuera de la caja”. Esta idea hace referencia a cómo crear las condiciones necesarias para trascender el pensamiento más inmediato con el que aportar soluciones creativas a problemas cada vez más complejos. Es la madre de las soft skills.

Os dejamos algunos tips para ejercitar el pensamiento fuera de la caja que podréis aplicar a vuestro quehacer laboral.

  • Identificar la idea dominante para plantear alternativas. Una vez detectada, dejarla a un lado y hacer propuestas alejadas de ella. En este punto puede ser interesante recurrir al método de los seis sombreros que propone Edward de Bono, el psicólogo que acuñó el concepto de “pensamiento lateral”. Mediante la ayuda de sombreros de colores a los que se les asigna una actitud, una emoción, se adopta esa misma característica al enfoque que se le da al problema: blanco, se piensa sobre la cuestión de manera neutral. Con el rojo, se aborda desde un lugar emocional. Reflexionando con el sombrero negro en la cabeza se enumeran todas las posibles objeciones o aspectos negativos que pudieran surgir.  Así hasta seis colores. Jugar a pensar bajo diferentes sombreros el mismo asunto lo enriquecerá posibilitando encontrar nuevas miradas y por qué no, algo de humor.
  • Lluvia de ideas. Con la lluvia de ideas se pretende desbloquear las barreras lógicas que entorpecen la creatividad. Los juegos en los que hay que dar una respuesta rápida, sin pensarla demasiado logran bajar la guardia de la lógica. Es entonces cuando se puede profundizar y comienzan a aparecer relaciones inesperadas y más originales. Se pueden utilizar para la inmersión la misma pregunta cada vez como “de qué manera se haría” o “cómo”. Por su puesto no cabe la respuesta “no sé”, hay que ser lo más concreto posible.

pensar fuera de la caja, superar las ideas preconcebidas

  • Dividir el problema en partes. Trocear un problema ayuda a desvincularlo de su estructura ordinaria. Si se hace una propuesta de colocación inversa trastocando su orden lógico se encontrarán soluciones alternativas.
  • Relacionar dos ideas alejadas entre sí. Esta técnica puede desencadenar mucha creatividad. Encontrar el nexo que relaciona dos ideas que en principio no tienen ninguna relación, será un disparador de alternativas frente a la lógica, que, si bien es necesaria para conducirse por la vida, levanta barreras para la creatividad. Ponerse en modo juego ayudará a restarle gravedad y potenciar las posibilidades.
  • Escuchar el problema como si fuera la primera vez. Utilizando una técnica de distanciamiento, de extrañamiento. Por ejemplo, mira esta descripción de un objeto muy utilizado por una peculiar tribu: “los Papalagi construyen una especie de canoa con los lados altos, lo suficientemente grande para que el pie se ajuste. Una canoa para el pie izquierdo y otra para el derecho. Estos pequeños “pies- barcos” están sujetos alrededor de los tobillos con cuerdas y garfios para contener el pie dentro de una fuerte cápsula, como el caracol en su casa…”. En esta descripción que se hace en el libro Los Papalagi, de Erich Scheurmann, vemos la extrañeza con la que define unos zapatos el jefe de una tribu samoana a sus paisanos (los Papalagi somos los occidentales desde la perspectiva de este grupo). Esta fórmula ayuda a dejar los prejuicios a un lado y pensarlos evitando el lugar común.

En definitiva, se trata de pensar fuera de la caja, superar las ideas preconcebidas que tenemos sobre las cosas y que limitan nuestro pensamiento y acción. La mente ayuda a entender porque organiza la información, pero muchas veces esa inercia impide ver soluciones alternativas. O, directamente, la solución.