Cuando eres un profesional en búsqueda de empleo en 2020, hay algo que debería ser irrenunciable dentro de tu estrategia para conseguir tu nuevo objetivo laboral. Y no hablo de tener el mejor CV o de tener una formación en la mejor escuela de negocios.

Hablo de saber exponer de forma clara, concreta y “apetecible” tu trayectoria anterior, sea esta más corta o larga, pero siempre con la intención de que sea visible y de posicionarte como un profesional interesante para las empresas que están contratando perfiles como el tuyo.

En anteriores artículos hablábamos de cómo construir una propuesta de valor, mensaje de venta o mensaje de valor por partes o frases, de forma que recojas tanto tu especialidad, competencias y diferencias como tu objetivo actual. En esta ocasión hablamos también del resto de pasos necesarios para alcanzar el éxito profesional, y que surgen como continuación de tu trabajo de exposición profesional tras ese primero.

Se trata, aclaro, de pasos secuenciales. Pero con una retroalimentación constante entre ellos, de forma que la adaptación del mensaje y de la forma de contarlo ante cada oferta y empresa es algo siempre presente.

Paso 1. Propuesta profesional de valor

Este paso es tu punto de partida si buscas empleo, sean las circunstancias las que sean, tengas mucha experiencia o muy poca. Como decíamos más arriba, se trata de construir un discurso bien atado de «autoventa» como profesional, centrado en competencias, logros y en todo aquello que a la empresa que tienes delante le pueda dar pistas sobre lo que sabes hacer y de lo que puedes hacer por ella.

Un discurso general basado en lo que has estudiado, y en un recorrido general por tu experiencia, resulta demasiado obvio y no explica en qué eres bueno.

Paso 2. Perfiles en social media

Qué duda cabe de que si construyo un supermensaje para venderme, y después lo guardo en un cajón, no habré hecho nada de nada. La idea es, mensaje en mano, buscar en qué medios es mejor colocar ese mensaje de forma que llegue a quien queremos que llegue.

En el caso de una búsqueda de empleo hablamos de colocar el mensaje en el CV (en sus diferentes partes), pero también de presentarlo a través de otros medios como las redes sociales. De usarlo cuando en ellas interactúas con profesionales de RRHH y empleadores, o de usar ese mensaje para presentarte en general en cualquier circunstancia.

Paso 3. Creación de contenido

Dos pasos importantes que surgen de la necesidad del paso 2 son la creación de contenido y la realización de contactos. Tras crear el mensaje de valor y colocarlo en todas partes, para que por ejemplo cualquiera que entre en tu perfil en LinkedIn vea clara tu potencialidad y objetivo actual. Es importante lanzarse a publicar contenidos, aunque sean sencillos, o interactuar en publicaciones de otros miembros de nuestra red, de forma que te hagas visible como un profesional no general sino especializado en el área de trabajo X.

Esto incrementará las visitas e interés en tu perfil y hará que se te reconozca en la comunidad. De forma que si alguna empresa busca un perfil como el tuyo, siempre es más probable que otras personas te nombren.

Paso 4. Networking efectivo

Por último, de forma paralela al paso 3, tenemos la posibilidad de realizar contactos de valor para incrementar la red de profesionales entre los que vamos a difundir el mensaje de venta creado. Estos contactos son de valor, en tanto en cuanto podemos obtener de ellos alguna posibilidad laboral o de colaboración.

Cuida en este caso la forma de acercamiento a ellos. Primero, preséntate usando el mensaje del paso 1, y cuando te contesten entonces desvela tu objetivo, pregunta cómo enviar tu CV, si hay alguna posición abierta, etc.

En todo caso, volvemos a destacar la importancia de la retroalimentación, en el sentido de no crear un mensaje estático y que nunca más se cambie. El mensaje de venta profesional debe ser siempre dinámico, además de concreto, adaptable y específico para un puesto.