Después de trabajar varios años en distintas cocinas de Madrid y  de medio mundo, abrió en 2004 su propio restaurante, dASSA bASSA, cumpliendo así su gran objetivo profesional. Ahora combina –con un resultado óptimo– su trabajo al mando de la cocina con el de los platós de televisión. Editó un libro con las recetas de su primer programa, y ahora se entrena con Abel Antón en el parque del Retiro para participar en la maratón de Nueva York el próximo seis de noviembre. Deportista, meticuloso, entregado y aventurero, Darío Barrio habla de sus comienzos y de su meteórica carrera.

¿Con qué edad cobró su primer sueldo?
Tenía 14 años. Dije en casa que quería ser cocinero, y causó una gran sorpresa, porque no había ningún familiar que lo fuera, ni ningún otro referente directo. Mi padre, con la intención de quitarme las ganas, me ayudó a entran en la cocina del restaurante de unos amigos suyos, Helen’s, en el Paseo de la Castellana. Estuve todo el verano fregando platos y pelando patatas, pero, en vez de perder el interés, la verdad es que se avivó la llama. Vi que, al margen de todas las tareas poco gratificantes que sirven para aprender y empezar desde abajo, era un trabajo manual que me gustaba mucho. Por ejemplo, coger un rape entero, vivo, y quitarle la espina central, la piel, sacarle los lomitos con cuidado y terminar viendo el resultado final para mí era una gran satisfacción.

¿En qué momento abre su propio restaurante?
En el año 2003 empezamos la obra en el local, y en 2004 abrimos al público. Desde que empecé a trabajar como cocinero tenía claro que mi objetivo era tener mi propio restaurante. Cuando trabajas  para alguien, siempre piensas que harías algunas cosas de otra manera, que cambiarías la forma de trabajar… Y por fin había llegado mi momento. Durante todo el tiempo que estuve trabajando en restaurantes, tuve muy claro que todo eso era para mí una etapa de formación constante y, por supuesto, aunque quería que llegara el momento de abrir mi propio negocio, no quería perderme esa etapa en absoluto. De hecho, la aproveché todo lo que pude para aprender y viajar.

¿Y qué nos puede contar  de la experiencia televisiva? ¿Resulta tan divertido como parece desde fuera?
Yo diría que es incluso más divertido de lo que se ve desde casa. Y, además, de eso, me ha permitido ver y conocer otras formas de trabajar, y otros gremios. La parte negativa de mi trabajo es que se tiene muy poco tiempo libre, y el poco que tengo al final lo paso conotros cocineros. Casi todos mis amigos son también cocineros, de hecho. Entonces, lo que pasa es que terminamos pensando que nosotros somos los que más trabajamos del mundo, los que tenemos los peores horarios… Y al tener la oportunidad de conocer a personas de otros sectores te das cuenta de que el mundo está lleno de gente que hace turnos dobles, horarios partidos, y que trabaja mucho y muy bien.

¿Hay algún proyecto de futuro cercano del que pueda hablarnos? La verdad es que, de todo lo que tengo a la vista ahora mismo, hay una cosa que me hace especial ilusión. El próximo seis de noviembre voy a correr la  maratón de Nueva York, y tengo muchas ganas. Yo soy muy viajero y, sin duda, esta es una magnífica oportunidad para conocer esa gran ciudad desde otra perspectiva. Además, me encanta el deporte, y salgo a correr con bastante frecuencia. Por eso, estoy convencido de que participar en esa carrera, que es ‘la carrera’, será una experiencia genial.