Dicen los expertos que la capacidad de almacenar que tienen nuestra memoria es de alrededor de 100 terabytes. Parece también que nos resulta más fácil recordar lo que vemos y oímos. Y para algunas personas, es realmente sencillo recordar con detalle algo que ha visto solo por un instante, como si estuvieran viendo una fotografía. Es lo que conocemos como memoria fotográfica. ¿Se puede potenciar o desarrollar este tipo de memoria? ¿Puede servirnos en nuestro trabajo?

Concluyen algunos los estudios sobre la mente que, lo que llamamos memoria fotográfica, se trata más bien de otro tipo de memoria, la eidética (del griego eidos, forma), aunque tampoco hay evidencias científicas demasiado sólidas. Esta cualidad de la memoria consistiría en retener la imagen de algo que se ha visto una sola vez durante unos segundos y poder dar detalles muy exactos de la imagen completa al traerla a la memoria.

Normalmente, conforme pasa el tiempo, esa imagen se diluye y cuesta cada vez más recuperarla hasta que se pierde. Pero, supuestamente, las personas con memoria eidética son capaces de recordarlas durante más tiempo. Es una capacidad bastante común en la infancia, pero solo excepcionalmente se da entre adultos.

¿Cómo se puede estimular la memoria fotográfica?

En definitiva, esta facultad se tiene o no se tiene, lo que hace difícil el fortalecerla o desarrollarla. Sin embargo, sí es posible ayudar a traer el recuerdo, estimular el cerebro de forma que se activen las conexiones neuronales que hacen posible generar los recuerdos. Y se puede hacer a través de diferentes técnicas.

  • Reglas mnemotécnicas como los acrónimos o la asociación de ideas. A través de acrónimos, es decir, hacer una palabra con las primeras letras de un concepto, como DNI (Documento nacional de Identidad), o de una frase. En español no hay muchos ejemplos populares, pero en inglés abundan. Se utilizan en gran medida para acortar expresiones manidas, como por ejemplo ASAP, As Soon As Posible o FAQ, Frecuently Asked Questions. Pero sirven también para recordar mejor. Existen generadores de acrónimos. por si quieres aplicarlos para recordar cosas.
  • A través de asociaciones de ideas, relacionando lo que queremos recordar con una imagen o un sonido. Se aconseja que sea lo más absurda posible, para que quede impregnada en nuestro cerebro gracias a lo disruptivo de la ocurrencia. El humor suele funcionar mejor, y todo aquello que podamos vincular emocionalmente con esa idea favorecerá el recuerdo.
  • La observación, la atención, estar en el momento presente es algo que indudablemente facilitará la recuperación de recuerdos. Por este motivo hacer ejercicios de observación fijándose en el máximo de detalles ayudará a mejorar esta habilidad.
  • Una técnica a la que se recurre frecuentemente son las agrupaciones, organizando la información que se quiere retener en grupos de pocos elementos (como recordamos un número de teléfono) o partiéndolos en fragmentos.
  • Mediante el ritmo. Muchos listados de cosas que se aprenden durante la infancia se hacen a través de la música, de las rimas. Este juego en el cerebro ayuda a incorporar casi definitivamente el contenido que necesitamos retener. Un ejemplo maravilloso que se ha hecho muy popular en redes es la cantante Sheila Blanco que, cantando la vida de grandes maestros de la música, facilita su aprendizaje (y dejar un recuerdo indeleble).