Según el Informe #TuEdadEsUnTesoro de Adecco, el 90% de los mayores de 50 piensa que no consigue trabajo por la edad. Además, el 56% lleva más de un año en paro y el 75% no ha realizado entrevistas en los últimos 6 meses. En este artículo analizamos el edadismo laboral en España y algunas estrategias para eliminar el sesgo por edad en el trabajo y mejorar la inclusión laboral de los mayores.
Edadismo laboral: la situación de este fenómeno en España
El Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo de la Fundación Adecco presentó este pasado mes de junio el 16º Informe #TuEdadEsUnTesoro basado en un total de 600 encuestas a personas mayores de 50 años que se encuentran en situación de búsqueda activa de empleo.
La situación en España respecto a la relación entre edad y empleo es clara: a día de hoy, y pesar de que las empresas y las Administraciones Públicas están cada vez más concienciadas del problema y apuestan por políticas y estrategias claras en este sentido, existe una clara discriminación por edad en el ámbito laboral.
El edadismo en el trabajo tiene diferentes consecuencias, pues afecta a todas las esferas de la vida de una persona. Al no poder acceder a un puesto de trabajo, la persona se estanca en una situación de desempleo de larga duración, lo que precariza su vida durante muchos años y les lleva directamente hacia la jubilación. Estados de estrés o depresión, sentimientos de culpa y de rechazo, irascibilidad y aislamiento, son algunos de los efectos que esta discriminación en el entorno laboral puede provocar en quien la sufre.
La mayoría de estas personas en situación de búsqueda de empleo, son descartadas en la fase de criba curricular, donde suelen aparecer los prejuicios por edad. Por ello, muchas de ellas optan por no incluir este dato en su currículum aunque respecto a esta decisión existen puntos de vista encontrados.
Sin embargo, muchas empresas se han dado cuenta de la cantidad de talento desperdiciado en estas primeras fases del proceso de reclutamiento, y optan por modelos de currículum ciego que favorecen a las personas senior. No obstante, no es solo cuestión del tipo de currículum. Los cambios deben producirse en la cultura organizacional, para combatir las barreras laborales por la edad.
El papel de las empresas y las instituciones públicas
Uno de los aspectos más evidentes que se detectan al analizar el problema de la discriminación laboral de los mayores, tiene que ver con el ámbito de la orientación laboral. La gran mayoría de estas personas, se encuentran en situación de desempleo de larga duración. Esto, unido a la falta de oportunidades de participación continuada en procesos de selección, desactualiza su perfil profesional y les aleja de los recursos existentes.
Por lo tanto, las administraciones competentes deben establecer estrategias más efectivas para este tipo de personas, con el objetivo de monitorizar mejor su proceso y ofrecerles más formación y recursos más diversos y válidos que mejoren su empleabilidad.
Por otro lado, son también las empresas las que deben dar un paso al frente al respecto. Muchas, cada vez más, ya lo están haciendo de forma decidida. Poner en marcha políticas y estrategias concretas que potencien la diversidad generacional en la empresa, será esencial en este sentido. Igualmente, establecer criterios y fórmulas de no discriminación en los procesos de selección ayudará a que este grupo de población pueda tener más oportunidades de acceso a un empleo. Por su parte, las empresas, podrán reconocer y recuperar el talento y la experiencia de una persona mayor de 50 años que antes obviaban.