La conciliación entre la vida laboral y la personal es un tema que ha pasado desde hace meses a ser prioritario en las agendas políticas europeas. Y no es para menos. El Informe de Evolución de la Familia Europea en 2014 del Instituto de Política Familia evidenciaba la falta de flexibilidad laboral en todo el continente, donde menos del 30% de los trabajadores europeos dispone de ciertas medidas de flexibilidad.

Sin embargo, si hablamos por Estados, el estudio arroja resultados muy diferentes. Mientras que los países del norte como Finlandia o Suecia se sitúan a la cabeza de los que facilitan la conciliación, otros como España, Letonia y Portugal se sitúan a la cola. En nuestro país, hasta el 88,2% de los trabajadores tienen un empleo y unos horarios demasiado rígidos.

Según el informe 2016 Index of Economic Freedo, de la Fundación Heritage, en lo que se refiere a libertad laboral, España se sitúa en el puesto número 22 de la Unión Europea y en el 126 de la clasificación mundial. 

Así que, si estás pensando en buscar un empleo en otro país de Europa, además de consultar nuestra página de ofertas de empleo internacional, te conviene tener en cuenta las ventajas e inconvenientes que cada país ofrece en cuanto a medidas de conciliación.

Jornada laboral y horarios

En España la jornada laboral es de 40 horas a la semana, lo que supone 8 horas al día, aunque en muchas ocasiones el número de horas diarias termina siendo mayor. A eso hay que añadir que la jornada suele ser partida y disponemos de hasta dos horas para comer, con lo que nuestro horario se extiende más allá de lo deseable.

Pero una mayor productividad no equivale a más horas de trabajo, y eso es algo que se demuestra en países como Holanda y Dinamarca, con unas jornadas laborales de 29 y 34 horas, respectivamente, y un horario más racional, donde la flexibilidad para que el trabajador pueda establecer su hora de entrada y salida y la posibilidad de teletrabajar son habituales.

Le sigue Alemania, el último país en adaptar en cambiar el número de horas a 35 semanales. Si lo trasladamos en datos anuales, según la OCDE, España trabaja una media de 1.689 horas al año, por encima de Alemania (1.371), Holanda (1.425) o Dinamarca (1.438). A la cola se situarían Polonia (1.923), Letonia (1.938) y Grecia (2.042).

Bajas por maternidad y paternidad

Si hablamos de una baja por maternidad y paternidad igualitarias, prácticamente toda Europa suspende. Solo Suecia dispone de un permiso igualitario de 480 días. Después de Suecia, el país más ventajoso en este sentido es Noruega, donde el padre tiene derecho a 12 semanas de permiso y la madre a 46, ambos con el 100% del sueldo.

En España, la madre tiene 112 días (16 semanas) y el padre 15, muy lejos de la media de Europa, donde la baja maternal se sitúa en 28 semanas (196 días). En 2007 se promulgó la Ley de Igualdad española, donde se incluyeron mejoras al permiso por maternidad vigente hasta entonces.

Ayudas sociales

En ayudas sociales para criar a un hijo, España también se encuentra a la cola, solo está por detrás Grecia. El 90% de las familias españolas no reciben ninguna prestación. Tan solo existe una ayuda que no llega a los 25 euros mensuales para los menores de 14 años y solo si la renta familiar no supera los 11.500 euros al año.

De nuevo, los países del norte de Europa encabezan las estadísticas. Alemania concede una ayuda de 184 € al mes hasta los 18 años, Noruega de 125 € y Finlandia de entre 90 € y 170 €, dependiendo del número de hijos. En todos estos países, además, la educación es gratis desde la guardería hasta la universidad.