No es lo mismo hacer unas prácticas no laborales que trabajar bajo un contrato formativo. En el primer caso no hay un contrato laboral de por medio. En el segundo caso, sí lo hay. Las prácticas no laborales que gestionan los servicios públicos de empleo (SEPE) te proporcionan una experiencia relacionada con lo que has estudiado. Te contamos con más detalle en qué consisten y cómo solicitarlas.

¿Por qué hacer prácticas no laborales?

Gran parte de las veces, cuando se finalizan unos estudios no se tiene experiencia laboral en ese campo. El periodo de prácticas supone un primer contacto con el sector profesional. Por un lado, te proporciona la oportunidad de llevar a la práctica aquellos conocimientos que has adquirido. Por otro, te relacionas con empresas y trabajadores que se dedican a lo que tú quieres dedicarte. Es una ocasión ideal para comenzar tu red de contactos.

¿Quién puede hacer prácticas no laborales?

Puedes hacerlas si tienes entre 18 y 25 años y has conseguido alguna de las siguientes titulaciones:

  • Una carrera universitaria
  • Formación profesional grado superior
  • Formación profesional grado medio o titulación equivalente
  • Un certificado de profesionalidad

Además, debes ser desempleado y estar inscrito como tal en la oficina de empleo que te corresponda. Por otro lado, no debes haber trabajado más de tres meses en la misma actividad. Ahora bien, no cuenta en este cómputo el tiempo que estuvieras de prácticas para conseguir tu titulación. Es decir, las prácticas laborales no son tampoco prácticas curriculares.

Administrativo en prácticas no laborales

¿Cuánto duran las prácticas no laborales?

Tendrán una duración de entre tres y nueve meses. Durante este tiempo, recibirás la guía y el consejo de un tutor que te asignen en la empresa para la que realices las prácticas.

Las prácticas no laborales ¿Se pagan?

La empresa que cuente contigo debe remunerar tu trabajo. Será en forma de beca con una cuantía que no debe ser inferior al 80% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), que actualmente se sitúa en 537,84 euros mensuales. Estarás incluido en el Régimen General de la Seguridad Social con los mismos derechos con los que cuentan las personas que participan en programas de formación.

A este respecto, en 2021 se publicó el Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, que da lugar a la próxima aprobación del Estatuto del Becario, aún pendiente, que podría mejorar las condiciones actuales de cotización a la Seguridad Social de esta actividad.

¿Cómo, cuándo y dónde se solicitan?

Si quieres solicitar prácticas no laborales, debes ponerte en contacto con tu oficina de empleo. Ellos te proporcionarán la forma de acceder dentro de tu comunidad (no en todas se siguen los mismos procedimientos). Como hemos señalado al principio, debes estar inscrito como demandante de empleo. Por otro lado, puedes acceder a la oferta de prácticas no laborales que se publica en la web del SEPE.

Los servicios de empleo harán una preselección de candidatos, aunque la última palabra la tiene la empresa. Esta será la que decida quién participará finalmente en el programa de prácticas.

Trámites a cumplir con la empresa

Antes de iniciar las prácticas, firmarás un acuerdo con la empresa en el que se detallan varios aspectos. Este acuerdo no es laboral. En él se refleja el contenido concreto de la práctica que vas a realizar, cuánto durará, los horarios en los que la llevarás a cabo y cómo será el sistema de tutorías.

Cuando finalices tu periodo de prácticas, ellos junto con el SEPE, elaborarán un certificado. En él constará el tipo de práctica realizada, los contenidos formativos que has trabajado, la duración y el periodo de realización. Este documento podrás recogerlo en tu oficina del SEPE.

La empresa con la que se realizan las prácticas, ¿Obtiene algún beneficio?

Si la empresa está dispuesta a firmar un convenio de colaboración con el SEPE que incluya una apartado específico relativo a un compromiso de contratación con el practicante, obtendrán una subvención. Esta podría compensar los gastos derivados de la tutoría y la evaluación del practicante. Además, si finalmente se formaliza un contrato con él o ella, accederá a las a medidas de apoyo a la contratación.

Una vez terminadas las prácticas, ¿Por dónde continúas?

Puede que la empresa que te ha tutelado las prácticas te contrate. Eso ya supone dar un paso dentro del mercado laboral. Si no es el caso, puedes poner en marcha una campaña para promocionar tu candidatura. Ahora cuentas con una experiencia práctica, no partes de cero. Busca el tipo de oferta que más se adecua a tu perfil.