Trabajar es más que ganar dinero y ser independiente a nivel económico. El empleo es también una manera de desarrollarnos como personas y como profesionales, además del motor que nos permite levantarnos cada mañana y darle sentido al día. Por ello, cuando llega el momento de la jubilación, aunque hayamos tenido una satisfactoria carrera profesional, es importante encontrar una alternativa que nos permita sentirnos útiles tanto a nivel personal como con respecto a la sociedad y la comunidad.
¿Qué puedo hacer una vez jubilado?
El paso de la vida laboral a la jubilación puede ser complicado y conllevar un tiempo de adaptación. Tanto si has trabajado por cuenta ajena o como autónomo, se trata de un reajuste de la rutina mantenida durante muchos años de la vida adulta. Sin embargo, es importante crear unos nuevos hábitos que nos permitan organizar nuestro día y quehaceres. Quizá la actividad escogida esté en relación con la profesión que hemos tenido hasta el momento. O quizá consideremos que es el momento de dedicar nuestro tiempo a un objetivo completamente distinto o a una actividad que hasta entonces ha sido un simple pasatiempo. Las opciones son infinitas, por supuesto, pero a continuación encontrarás algunas ideas:
1. Viajar
La paradoja de que si tienes dinero, no cuentas con tiempo para viajar; mientras que si tienes tiempo, no tienes dinero… ¡desaparece! Ahora tienes tiempo y dinero, así que quizá sea el momento de visitar aquellos países o ciudades que siempre quisiste conocer. O bien de visitar a tus familiares y amigos que viven fuera.
2. Estudiar
Nunca es tarde para volver al sistema educativo, que no tiene que relacionarse con la promoción laboral y la mejora del currículo. Estudiar por el simple hecho de querer formarse en algún campo (quizá muy diferente a tu profesión) es una buena manera de mantenerse en activo. Te permite tener unos horarios, aumentar tus conocimientos, relacionarte con otras personas y poner a prueba tus capacidades.
3. Aprender
Este punto está en relación con el anterior, pero no implica inscribirte en unos estudios con una gran carga lectiva o con muchos años para su finalización. Quizá simplemente te apetezca aprender a hacer fotografías, a pintar, a hacer yoga o a compartir puntos de vista en un club de lectura. Planificarte los días con respecto a actividades que te apetezcan puede ser una buena manera de mantenerte en activo.
4. Hacer un voluntariado
Destinar tu tiempo a ayudar a los demás o a participar con asociaciones comunitarias, de animales o ecologistas, por ejemplo, te permiten invertir tu tiempo para el bien común. En esta misma línea, el mentoring puede ser otra actividad muy gratificante.
Trabajar después de la jubilación
Sin embargo, hay personas que no conciben optar por una vida “contemplativa”, sino que prefieren seguir trabajando. Sobre todo aquellos que han tenido su propia empresa (con el gran esfuerzo que ello conlleva), a la hora de jubilarse prefieren seguir llevando las riendas de su negocio o al menos gestionar y dar algunas directrices generales. En otros casos, quizá prefieran colaborar con alguna empresa u ofrecer conocimientos de manera altruista.
La edad legal para jubilarse en España está en los 65 años y 6 meses (aunque aumentará hasta los 67 en 2027), pero la realidad arroja que la mayoría de los trabajadores se jubila a los 64 años. Sin embargo, la esperanza de vida es cada vez mayor, por lo que es importante mantenerse en activo y disfrutar de nuevas actividades relacionadas con nuevas formas de ver la vida a partir de la jubilación.