El mundo de la animación ha ido invadiendo nuestras retinas casi sin darnos cuenta. Encontramos piezas animadas en muchas de las aplicaciones que utilizamos a diario, en anuncios, en videojuegos… Es un mundo que se ha extendido mucho más allá de las películas y las series. En el Día Mundial de la Animación, dedicamos este post a un área profesional con muchas posibilidades profesionales: la animación profesional.
Cómo saber si la animación profesional es tu camino
Hay una tendencia casi natural en determinadas personas que les lleva a dedicarse a esta profesión. Suelen reunir estas tres características:
- Creatividad. Hablamos de esa capacidad de ir más allá de lo que tienes delante y plantearte una propuesta original que transforme las cosas. ¿Es Mickey Mouse un simple ratón? No, es un personaje animado que trasciende por completo al ratón y recrea todo un universo a partir de este animalito. Es decir, no solo supone una tarea creativa desde el aspecto visual, sino también narrativa. Hay que saber contar una historia aunque sea en dos fotogramas.
- Minuciosidad. Este trabajo es para gente que se ha dado cuenta de que Pocoyó no tiene blanco en los ojos o de que los pies de Piolín son casi tan grandes como su cabeza. Si eres de los que te fijas en cómo está hecha la textura de un jersey o el pelo de un personaje antes de enterarte de su nombre, tienes madera para esta profesión.
- Habilidades digitales. Antiguamente lo que se pedía es tener mucha soltura y “mano” dibujando, las animaciones requerían cantidad de ilustraciones para representar un simple movimiento. Ahora esta facultad no te sobrará, pero sobre todo tendrás que dominar las técnicas de modelado 3D y todo lo relacionado con las herramientas digitales que más se emplean en este campo.
El desarrollo en las técnicas de 3D ha sido vertiginoso. Es un ámbito en el que se producen muchísimos avances en un periodo de tiempo muy corto. Aparte de las tres competencias mencionadas, la capacidad de reciclaje y de estar al día de las novedades que van surgiendo en el modelado en 3D es principal. También hay que contar con un buen equipo porque es una de las actividades que más recursos consume. Será una inversión rentable si estás dispuesto a dedicarte en serio a la animación.
Qué salidas profesionales tiene la animación
Tal como apuntábamos al principio de esta entrada, cada día vemos mayor cantidad de animaciones. Ya solo cuando abres el navegador, tienes el Doodle del día; si entras en cualquier página, lo más probable es que encuentres algún banner animado; muchas de las aplicaciones que utilizas contienen piezas animadas, y por supuesto, cada vez se consumen más videojuegos, tanto con fines que no son necesariamente lúdicos como para entretenerse en cualquier momento. De hecho, dedicarte profesionalmente a los videojuegos es otra salida que seguramente también te llamará la atención.
Colaborar en la realización de un largometraje, de una serie o llevar a cabo incluso algún corto son las opciones clásicas donde la animación se ha desarrollado plenamente. Actualmente no solo continúan siéndolo, sino que ha aumentado el consumo de esta clase de entretenimiento. En España es una de las industrias que más exporta. Según Diboos (la Federación Española de Asociaciones de Productoras de Animación), el 70% de sus ingresos provienen de capital extranjero. Así pues, es un campo profesional con mucho futuro.