Si decides volver a estudiar siendo adulto te enfrentarás a un desafío que probablemente te ponga a prueba. Posiblemente eso te frene y pienses que ya no tienes edad para volver a los libros. Antes de tomar una mala decisión, te proporcionamos una pequeña guía.

Cambiar no es una cuestión de edad

Son múltiples las razones por las que una persona puede recomenzar sus estudios en la edad adulta. Unas pueden ser puramente personales, como hacer aquella carrera que realmente te gustaba y no la que te aseguraría el trabajo. Otras, nacidas de las exigencias del mercado laboral, si te has visto obligado a reciclarte o actualizarte.

En cualquier caso, el primer pensamiento que viene a la cabeza a alguien en esta situación es una versión más o menos elaborada del viejo “ya no tengo edad para esto”. Esta idea no es más que un fósil conceptual de tiempos ya pasados, en los que se consideraba que en las primeras etapas de la vida se aprendía todo lo necesario para la vida.

Las dinámicas del mercado en las últimas décadas, las exigencias de un mundo mucho más complejo, y la increíble mejora de las condiciones de salud han cambiado esa realidad. En estos momentos es prácticamente inevitable que, en algún momento de tu vida debas volver a estudiar siendo adulto.

Lo primero que debes hacer es cambiar ese relato del que hablábamos antes. Porque no es una cuestión de edad.

Piensa que ahora cuentas con una serie de fortalezas de las que carecías cuando eras joven:

  • Motivación. Es muy posible que su día estudiaras una carrera forzado por la familia o por las salidas laborales que proporcionara. O por simple inercia. Incluso para una persona muy trabajadora, la falta de motivación siempre te resta impulso. Ahora sí te mueve ese deseo.
  • Experiencia. Han pasado décadas de vida desde la última vez que estudiaste. Pero esto no es un problema, si no una ventaja. Porque ahora eres una persona mucho más capaz.
  • Disciplina. Esta es una habilidad que se va aprendiendo con el tiempo y que es fundamental para un estudiante. Tu yo de la juventud seguramente no tenía demasiada.

Empleado investigando estrategias para volver a estudiar siendo adulto

Algunos consejos prácticos para volver a estudiar siendo adulto

Como persona adulta y seguramente con familia y trabajo estable, deberás hacer algo que quizá no necesitaste hacer de joven: marcar tus metas. ¿Cuál es la razón o razones por las que vas a estudiar? ¿Por placer? ¿Para ampliar tus horizontes personales? ¿Para cambiar de empleo?

  • Por las razones ya descritas, tu vida personal está mucho más marcada por necesidades ineludibles que antes. De forma que debes organizar tu tiempo de forma eficaz. Te será muy útil en este sentido elaborar un horario.
  • Si te has mantenido apartado del mundo de los avances tecnológicos, es el momento ideal para ponerte al día. Utiliza a tu favor la tecnología. Existen aplicaciones orientadas al aprendizaje que te serán de gran utilidad. Y en Internet podrás encontrar cursos online ofrecidos por diversas universidades.
  • Habla con tus familiares y amigos para buscar apoyo mientras estés estudiando. Son muchas las pequeñas tareas diarias que alguien puede quitarte de encima.
  • Establece unos hábitos de estudio que te permitan maximizar el tiempo del que dispones. No estaría de más que investigaras sobre técnicas de aprendizaje.
  • Cuida tu salud y aliméntate de forma saludable, para que tu rendimiento sea el óptimo.

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