El sistema sanitario español enfrenta un desafío que se agrava con los años: la escasez de enfermeras. Según un reciente informe del Ministerio de Sanidad, necesitamos contratar al menos a 100.000 profesionales de enfermería, para alcanzar la media europea recomendada. Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha son las comunidades autónomas donde la situación es más crítica.
La demanda supera ampliamente la oferta
La escasez de enfermeras en el sector sanitario se está convirtiendo en un problema cada vez mayor. Con una ratio de 6,3 profesionales por cada 1.000 habitantes, nuestro país se encuentra muy por debajo de la media europea (8,5), lo que representa una diferencia significativa que afecta la calidad de la atención sanitaria. Este problema centra el contenido de un reciente informe publicado por el Ministerio de Sanidad titulado Situación actual y estimación de la necesidad de enfermeras en España, 2024.
Según este informe, España necesitaría al menos 100.000 enfermeras más para alcanzar la media europea. La situación es particularmente preocupante en Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha, donde la ratio es aún más baja que el promedio nacional.
A pesar de que entre 2014 y 2022 el número de contratos aumentó en un 11% en atención primaria, un 36,9% en urgencias y emergencias y un 27,2% en atención hospitalaria, la demanda sigue superando ampliamente la oferta. Esto se traduce en una carga de trabajo insostenible para los profesionales en activo, que tienen que lidiar con jornadas largas, salarios poco competitivos y una falta generalizada de recursos.
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Factores que explican la escasez de enfermeras
La escasez de enfermeras en España tiene su origen en diversos factores estructurales y coyunturales. Uno de los principales es el desfase entre la oferta educativa y la demanda laboral. A pesar del aumento en el número de plazas, las universidades españolas gradúan aproximadamente a 10.500 enfermeras al año, número que no cubre la demanda existente.
Las condiciones laborales también juegan un papel fundamental. Más del 55% de las enfermeras consultadas para el informe del Ministerio de Sanidad consideran que no hay suficiente personal en sus centros para garantizar una atención de calidad, y hasta un 39% están considerando dejar la profesión. Esto no solo afecta a los pacientes, sino también a los propios profesionales, que reportan niveles elevados de estrés y agotamiento.
Otro factor determinante es el salario que perciben. Las retribuciones son bajas en comparación con otros países europeos, lo que desincentiva a los recién graduados a quedarse en España. En 2024, cerca de 7.000 profesionales de enfermería se marcharon al extranjero en busca de mejores condiciones laborales. España destaca como uno de los países con mayor aumento en la tasa de emigración de enfermeras. Países como Alemania, Reino Unido y Suiza les ofrecen salarios más altos, jornadas laborales más flexibles y mayor reconocimiento profesional.
En el sector también preocupa el envejecimiento de la fuerza laboral. Una proporción significativa de las enfermeras actuales tiene más de 50 años, lo que augura un incremento en las jubilaciones durante la próxima década. Un problema que también se sufre en el resto de Europa. La OCDE ha alertado sobre la escasez de personal sanitario en todo el continente, estimando un déficit de 1,2 millones de profesionales. Hasta un tercio de los médicos y una cuarta parte de las enfermeras están próximos a su jubilación, lo que aumentará la presión sobre los sistemas sanitarios europeos.
Propuestas para solucionar el problema
En el informe publicado, se ofrecen una serie de recomendaciones para abordar esta crisis. Entre ellas incluye un aumento del número de plazas universitarias, y una mejor coordinación entre las instituciones educativas y los servicios de salud.
También se indica que estas medidas deberían ir acompañadas de una mejora en las condiciones laborales, y de un aumento de los salarios para hacerlos competitivos a nivel europeo.
Asimismo, desde el Ministerio manifiestan que se deberían implementar políticas que favorezcan la conciliación de estos profesionales, como horarios flexibles y permisos ampliados.
Además de un plan estratégico para retener al personal en activo, especialmente a medida que se acercan a la jubilación. Y explorar estrategias para repatriar a las enfermeras que han emigrado a otros países, a través de programas de incentivos económicos y profesionales.
También se señala la importancia de abordar la contratación internacional como una posible solución a corto plazo, siempre que se garantice la integración adecuada de estos profesionales en el sistema sanitario español. El flujo de enfermeras formadas en otros países que emigran para ejercer en España está experimentando un crecimiento constante desde 2018. Proceden principalmente de Portugal, Colombia, Rumanía, Italia, Perú, Cuba, Venezuela y Chile.
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