Desde que estudié la carrera de psicología siempre he estado muy vinculado con la palabra empatía. Su significado depende de cada persona y no es fácil dar con la definición correcta. Para muchos es considerada como una buena competencia y las personas que la tienen la reflejan en los procesos de selección.

Hace unos meses leí un libro que cambió mi concepción de la empatía: Cómo ser un buen líder de Daniel Goleman. Él la dividía en tres componentes: la cognitiva, la emocional y la preocupación empática. En el artículo de hoy me voy a centrar en la primera de ellas, la cual podrá abrirte muchas puertas cuando estés buscando trabajo.

El arte de contar historias

Entre la gente que conozco destacaría a dos o tres personas que tienen una magia especial cuando hablan. En el momento en el que cuentan algo que les ha pasado hacen que todo el mundo les escuche sin perder la atención. La forma de hablar de esas personas tiene que ser tu referente para poder hacer una entrevista con éxito.

Cometemos el gran error de que cuando realizamos un proceso de selección nos ponemos solo la etiqueta de candidato. Sin embargo, tu estilo de comunicación te dará la clave para pasar con éxito las distintas entrevistas a las que te enfrentes.

 

empatía y comunicación

La mayor parte de la entrevista se basará en que cuentes tu historia argumentando las decisiones que has tomado (estudios, trabajos…) y explicando las funciones que has realizado. No basta solo con contarlo. Tienes que hacerlo atractivo y para conseguirlo hay una regla fundamental: que el entrevistador entienda lo que estás contando.

Empatiza cognitivamente con el entrevistador

Cada empresa es un mundo y cada vida un universo. Lo que es normal en un sitio puede ser totalmente desconocido para otro. Los procedimientos y tecnicismos usados en tu lugar de trabajo pueden ser un completo jeroglífico para la persona que tienes enfrente. La empatía cognitiva se basa en saber explicar cualquier situación de forma que la otra persona lo pueda entender. Y a continuación te pondré un pequeño ejemplo que hará que te quede mucho más claro.

Contexto: Tengo una entrevista personal y me preguntan cómo hago la selección en mi actual empresa.

Explicación sin empatía cognitiva: En mi caso siempre empiezo cuando entra el área de Development y nos envía un Request1 si la petición es High o un Request3 si la petición es Low. Después de eso hacemos una primera fase teniendo en cuenta a los referal y posteriormente conocemos a muchos candidatos a través de los TSC.

Explicación con empatía cognitiva: En mi empresa hay un área que se llama Development que sería la encargada en dar el pistoletazo de salida de los procesos de selección. Sin su aprobación no empezamos a buscar ningún perfil. Ellos lo que hacen es comunicarnos si la necesidad es alta o baja, es decir, si se tiene que cubrir el puesto lo antes posible o si tenemos tiempo para hacer el proceso. En función de ello nos envían un fichero u otro. Siempre en la primera fase tenemos cuenta a los Referal. Así es como denominamos a los candidatos referenciados por nuestros empleados y posteriormente tenemos en cuenta al resto a través del sistema de pruebas que hemos desarrollado y al que hemos llamado TSC.

¿Has visto que diferencia? Pues ese es error el que comenten la mayoría de candidatos que conozco. Para que puedas mejorar tu empatía es fundamental adaptarte a la mente de la otra persona.

¿Cómo mejorarla? Prepara tu entrevista y apóyate en una persona que conozcas para que escuche tu discurso (es importante que quien lo haga tenga pocos conocimientos sobre lo que realizas). Pídele que te interrumpa siempre que no entienda algo. De esta manera, te irás dando cuenta de qué tienes que cambiar para adaptar mejor el contenido de tu historia. Prueba a hacerlo con varias personas y conseguirás mejorar mucho más.

Al final, la selección se basa en comunicar con efectividad. Y cuánto más claro y comprensible sea tu mensaje mejor comunicador serás y más probabilidades tendrás de ser contratado.