El salario emocional es esa parte de tu sueldo que no recibes en dinero contante y sonante. Son ventajas que te ofrece tu compañía pero que no son solo materiales, van más allá. Si tienes la suerte de cobrarlo, es muy posible que sientas un mayor compromiso con tu empresa. Si no lo recibes, quizá ha llegado el momento de negociar una propuesta con tus empleadores para mejorar tu posición.

¿Qué beneficios recoge el salario emocional?

El salario emocional se confunde a menudo con el salario en especie o la retribución flexible. La diferencia es que el salario en especie entra dentro del salario emocional, puede ser una parte de este. Todos los pluses que te ofrece tu empresa y que tienen una traducción monetaria es salario en especie. Entran dentro de esta categoría el seguro médico privado, los planes de pensiones, los vales de comida, los cheques de guardería o de gimnasio, o el coche de empresa con kilometraje no relacionado con la actividad laboral.

Pero el salario emocional va más allá de este concepto. Se refiere a cómo la empresa recompensa el trabajo de la plantilla para que esta se sienta a gusto en la compañía. Así consiguen aumentar la fidelidad de los empleados. Dentro de los beneficios más comunes, que no están necesariamente unidos a un coste económico, se encuentra la posibilidad de teletrabajar o los acuerdos de flexibilidad laboral para conseguir una mejor conciliación.

Otras ventajas que se suelen ofrecer dentro del salario emocional son las oportunidades de promoción y formación, el mantenimiento de un clima laboral agradable, la participación en la toma de decisiones, el reconocimiento del trabajo o dar días libres para ocasiones especiales que no vienen reflejadas en el convenio, como el día del cumpleaños.

Empleada valorando el salario emocional

Si no te suben el sueldo, quizá sí puedan aumentarte el salario emocional

Seguro que te has planteado en más de una ocasión pedir un aumento de sueldo. Como te hemos contado otras veces, para tener éxito en tu propuesta has de observar si la empresa está pasando por un buen momento económico. Si no es el caso, puedes negociar un aumento del salario emocional. Para ello quizá tengas que ser tú quien proponga los beneficios que podrían formar parte de ese salario, adaptándote a lo que crees que es más factible implantar dentro de tu compañía.

Una buena estrategia puede ser dejar esta parte de la negociación como segundo plato. Es decir, puedes proponerles si estarían dispuestos a aumentarte el sueldo y las razones que crees que refrendan esta subida. Ante una negativa, podrías proponer las ventajas de que elaboren un salario emocional que consiga compensar tu dedicación y esfuerzo, al menos de momento.

¿Qué sucede con este tipo de salario si se teletrabaja?

No todas las ventajas del salario emocional tienen que ver con la presencialidad. El salario emocional se puede adaptar muy bien a la modalidad de teletrabajo. Las empresas que quieren premiar el compromiso de su plantilla ofrecen mejores condiciones laborales, lo que se engloba en el smart working.

Pero han de ser ventajas reales, no ceñirse simplemente a cumplir con la nueva normativa que se ha publicado desde la pandemia. En los últimos tiempos, se han protegido más las condiciones de las personas que trabajan en remoto y eso no es ningún plus que te da tu empresa.