Parte del alumnado dentro del sistema educativo precisa de apoyos en su etapa de escolarización por diferentes motivos. Tener altas capacidades intelectuales, haberse incorporado tarde al sistema escolar o tener determinadas condiciones personales. Se trata del alumnado con necesidades educativas especiales a los que el sistema educativo ayuda a alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades. Estas necesidades pueden ser temporales o a lo largo de toda su vida formativa.

Quienes se ocupan de acompañar a estas personas durante su aprendizaje son los maestros en educación especial, una de las diez profesiones que se detallan en el Informe Empleo en Educación realizado por Infoempleo y UNIR.

Los estándares educativos no cubren la pluralidad de situaciones que se producen dentro del alumnado. Por este motivo, es necesaria la atención a la diversidad, para garantizar que niñas y niños tienen igualdad de oportunidades formativas independiente de sus circunstancias personales y/o familiares.

Un 7,1% del alumnado recibió apoyo por necesidades educativas especiales

Según los últimos datos que aporta el Ministerio de Educación y Formación Profesional del curso 2016-17, un 7,1% del alumnado recibió atención educativa diferente a la ordinaria. De estos, el 38,3% recibió apoyo educativo asociado a discapacidad o trastorno grave, 4,8% por altas capacidades, 2,8% por integración tardía y el 54,1% restante por otras categorías de necesidades.

Además de garantizar la calidad educativa del alumnado de estas características otro de los objetivos en este tipo de educación es caminar hacia la total inclusión dentro de la comunidad educativa.

Por este motivo, el 83,5% del alumnado con necesidades especiales está integrado en centros ordinarios. Respecto a la titularidad de los centros, públicos y concertados tienen parecido porcentaje de alumnado con necesidades especiales. Públicos un 2,9% y concertados un 2,8%. Los centros privados solo acogen al 0,3% del alumnado con necesidad de apoyo.

Empleo en Educación: Maestro de Educación Especial

La profesión de Maestro de Educación Especial

El cometido de los maestros de educación especial es acompañar en el aprendizaje teniendo en cuenta que se tienen diferentes capacidades y algunas limitaciones circunstanciales o permanentes. Estos profesionales adaptan el curriculum escolar de forma que el alumnado pueda aprenderlo a pesar de sus dificultades.

Se encargan de elaborar planes individualizados y adecuar los contenidos y las formas estandarizadas de aprendizaje a las características de estos alumnos. Otra de las tareas es hacer un seguimiento y evaluación de los logros conseguidos.

El uso de las tecnologías de la información y la comunicación ha proporcionado herramientas muy valiosas para el aprendizaje, como por ejemplo los Sistemas Alternativos y Aumentativos de Comunicación (SAAC) que facilitan enormemente la comunicación a niños con dificultades en ese campo.

Los maestros orientados a la educación en necesidades especiales pueden ofrecer sus servicios tanto en centros de Educación Infantil y Primaria como en Secundaria o en Centros específicos de educación especial. Dentro de los centros, se pueden encontrar maestros de educación especial como tutores de aulas específicas (MAE) o maestros de apoyo a la inclusión (MAI). En secundaria, como profesores de cualificación profesional inicial (PCPI), por ejemplo, y en todos los niveles educativos como orientadores.

Un maestro de educación especial puede cobrar entre 27.000 euros y los 33.000 euros si trabaja en centros públicos. En los centros concertados el salario es algo menor, entre los 20.000 euros y los 22.000 euros anuales. Y, todavía menos, en centros de atención especializada que cobrarían unos 17.000 euros anuales aproximadamente.

Formarse como Maestro de Educación Especial

Uno de los requisitos para el ejercicio de esta profesión es el título de Maestro con la mención en Pedagogía Terapéutica (desde 2011, ya que anteriormente se denominaba Grado en Maestro con la mención en Educación Especial). Para trabajar en colegios públicos, además, tienen que superar unas oposiciones al Cuerpo de Profesores de Pedagogía Terapéutica-Educación Especial.

Pero también se puede acceder a la profesión mediante un máster de especialización, una vez se ha obtenido el título de maestro o profesor.

Si ser maestro es una de las profesiones consideradas vocacionales, serlo de alumnado con necesidades especiales requiere de características personales singulares. Tener una gran motivación y perseverancia es fundamental. Saber ver alternativas a lo establecido y grandes dosis de adaptabilidad para poder trabajar con la especificidad de cada alumno. La paciencia es imprescindible para acompañar en el aprendizaje además de saber comunicarse de formas diferentes a los canales habituales. Habilidad para trasladar los conocimientos en formatos diferentes. Una gran imaginación, empatía y sensibilidad.

Aitor Álvarez Bardón es profesor del Máster de educación Especial de la UNIR. En este vídeo nos cuenta cuánto tiene de maravilloso dedicarse a la educación de alumnado con necesidades especiales.

https://www.youtube.com/watch?time_continue=216&v=-7–KRqCJxc